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Reportaje:

Los delirios populares de Dalí

Una exposición en Caixafòrum de Barcelona revisa la relación del artista con la cultura de masas

La muestra reúne cuadros, fotografías, películas, corbatas y dibujos del artista
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El comisario de la exposición, Félix Fanés, explicó ayer "el origen ideológico" de la misma a partir del enfrentamiento que a lo largo del siglo XX se ha producido entre la alta y la baja cultura. Es decir, entre la cultura de élite y la popular. "Esta exposición se centra en Dalí y la cultura de masas, pero a partir de ella pueden extraerse muchas conclusiones que trascienden la figura extrema de Dalí y proyectan este problema hacia el futuro", indicó. En el caso de Dalí, añadió, esta relación se ha producido de tres maneras. Por una parte, el artista introdujo elementos del mundo industrial en su obra, como, por ejemplo, la botella de Coca-Cola que aparece en la pintura Poesía de América (1943). El sistema de producción industrial está también en la base, según Fanés, de su utilización personal del collage y de los sistemas de reproducción seriada, a los que fue tan adicto. Y, por último, el artista participó de lleno en la cultura de masas a través del cine, el diseño, los anuncios publicitarios o sus colaboraciones con la prensa, a la que además supo utilizar de forma magistral para crearse un personaje mediático que sigue siendo la base sólida de su aún actual popularidad.

A partir de estos tres ejes se ha estructurado el montaje en ocho ámbitos temáticos. Comienza con Vida moderna, una introducción en la que se plantea la relación del artista con la cultura moderna. Destacan dos autorretratos de 1923 -Autorretrato con 'L'Humanité' y Autorretrato cubista-, que incorporan collages de diarios y paquetes de tabaco. También puede verse el famoso Muchacha de Figueres (1926), en la que se aprecia sobre uno de los edificios del paisaje de fondo un anuncio publicitario. El monstruoso teléfono negro de su famoso cuadro El enigma de Hitler (1939) se presenta junto a uno de sus más famosos objetos surrealistas, el Teléfono-langosta, de 1938. Este primer ámbito, con más de sesenta piezas, es el que reúne el mayor número de óleos y obras conocidas y funciona ya como aviso de que el conjunto es denso y muy extenso.

Le sigue un apartado dedicado al mito trágico dedicado a El Ángelus de Millet, punto crucial de su método paranoico-crítico, que no se explica en la muestra, ya que aquí interesaba plasmar el interés del artista por este cuadro como ejemplo de obra popular infinitamente reproducida en calendarios, láminas, tazas, platos o postales (algo en lo que Dalí no le fue a la zaga, como puede verse en la misma tienda del centro cultural).

La relación de Dalí con el cine se presenta a través de dibujos, acuarelas, fotografías y películas en las que participó o colaboró. De Un perro andaluz y La edad de oro, cuyo guión escribió con Buñuel, se pasan algunos fragmentos en sendos monitores de televisión. También en este reducido formato se exhibe el fragmento del filme Recuerda, de Hitchcock, para el que Dalí ideó el surrealista sueño de Gregory Peck. En formato de proyección se presenta el interesante filme Chaos and Creation (1960), realizada en colaboración con Philippe Halsman en el entonces pionero medio del vídeo. La novedad de este ámbito son los dibujos y acuarelas para el guión del filme de animación Destino de Disney, que se proyectará sólo 14 días en el marco de la muestra.

Otro ámbito está dedicado a las fotografías y películas que dan testimonio de Sueño de Venus, el pabellón surrealista que el artista ideó para la exposición universal de Nueva York en 1939. Se pasa después al espacio dedicado al diseño y la publicidad, que incluye vestidos realizados a partir de estampados ideados por el artista, sus diseños de corbata de 1951, los frascos de perfume que se comercializaron con su nombre, la publicidad que realizaba para las medias Bryans Hosiery o incluso el diseño que realizó en 1964 para la caja y la botella de un brandy Osborne. Las estrellas de este apartado son, sin embargo, los cuatro anuncios televisivos que protagonizó entre 1969 y 1974. No tienen desperdicio, especialmente el que hizo para Alka Seltzer.

Las fotografías que él ideaba y materializaban fotógrafos como Man Ray, Brassai o Philippe Haslman configuran otro ámbito que da paso a su relación con la prensa, que incluye las portadas que realizó para revistas como Vogue o American Weekly y también el propio diario que editó en Nueva York, en 1945 y 1947, bajo el nombre de Dali News. La muestra finaliza con los dos retratos fílmicos del artista que le hizo en 1965 y 1966 Andy Warhol, uno de sus "alumnos" más aventajados en la apología de la popularidad.

La exposición, que cuenta con un espectacular montaje a cargo de Lluís Pera y Anna Alcubierre, ha sido organizada por la Fundación La Caixa en colaboración con la Fundación Gala-Salvador Dalí y en coproducción con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en donde se presentará entre junio y agosto para viajar después al Salvador Dalí Museum de San Petersburg (Florida) y al Museum Boijmans van Beuningen de Rotterdam. A la entidad financiera le ha costado un millón de euros organizarla, pero según indicó ayer Ramon Boixadós, presidente de la Fundación Gala-Dalí, "al contribuyente no le costará ni cinco porque para todo el Año Dalí no se ha pedido ninguna subvención". "La fundación aporta esfuerzo y obras, pero no dinero", aclaró. La comisaria del Año Dalí, Montse Aguer, aseguró que, pese a las críticas recibidas, "ahora volveríamos a decidir que la gran retrospectiva se presente en Venecia y no en España" y afirmó que no se ha eludido abordar las simpatías de Dalí con el franquismo porque "a él le gustaba el poder, pero no había vinculación política". Boixadós abundó en el tema: "Este tema político no tiene ninguna importancia". Y, acompañado de un ruidoso murmullo desaprobatorio en la sala de prensa, añadió: "Dentro de unos años nadie se acordará de eso, al igual que ahora nadie recuerda que Goya fue un afrancesado que murió exiliado".

Detalle de <i>El enigma de Hitler,</i> de Dalí.
Detalle de El enigma de Hitler, de Dalí.
Montaje del apartado <i>Sueño de Venus.</i>
Montaje del apartado Sueño de Venus.JOAN SÁNCHEZ

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