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Fidel Castro acusa a Bush de planear su asesinato

El opositor Gutiérrez Menoyo reclama un estatus legal para promover la democracia

El presidente cubano, Fidel Castro, acusó el jueves al mandatario estadounidense, George W. Bush, de planear asesinarle en complicidad con los sectores más intransigentes del exilio de Miami, y dijo que con su muerte, natural o provocada, no acabará "la revolución, pues ésta no depende de un individuo o un grupo". El dictador aseguró que Bush se ha "comprometido" con la opositora Fundación Nacional Cubano-Americana para cometer el magnicidio.

"Están perdiendo el tiempo. En mi caso, yo puedo morir de muerte natural, puedo morir de muerte organizada... No me importa la forma, pero con seguridad, si nos invaden moriré combatiendo". Castro hizo estas declaraciones durante la clausura del III Encuentro Hemisférico de Lucha contra el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que congregó esta semana en La Habana a 1.000 invitados de 32 países. El dirigente comunista aseguró que Bush se había "comprometido" con la Fundación Nacional Cubano-Americana para asesinarle, y mencionó también las reuniones realizadas en diciembre por la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, creada recientemente a iniciativa de la Casa Blanca, con el propósito de "analizar" proyectos para "acelerar" una transición en la isla, en vista de que el mandatario cubano tiene 77 años.

Castro se preguntó qué significaba para Bush el término "acelerar", y emplazó al mandatario norteamericano a "que explique al mundo cuál es su posición respecto a sus atribuciones de mandar matar" a quien considere oportuno con la pantalla de la lucha contra el terrorismo.

El presidente cubano volvió a expresar su preocupación porque la actual Administración norteamericana, cada vez con una actitud más agresiva hacia Cuba, pretenda atacar militarmente la isla. "No deseamos un conflicto y bajo ningún concepto el costo de vidas que significaría", afirmó, tras advertir de que "es posible que una nación sea ocupada, aunque el problema viene después". "A nuestro país lo podrán desaparecer físicamente, pero nunca será conquistado", aseguró Castro. Y añadió que si EE UU decide invadir, él morirá "combatiendo".

Horas después de su discurso, el ex preso político y líder de la organización opositora moderada Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez Menoyo, se presentó en las oficinas de la Dirección de Inmigración y Extranjería, en la capital cubana, para reclamar "un estatus legal" y reiterar su decisión de permanecer en la isla "para trabajar por una solución pacífica que abra vías de democratización".

El dirigente opositor, quien se instaló en Miami en 1987 tras pasar 22 años en las cárceles cubanas por levantarse en armas contra Castro, sorprendió hace seis meses al Gobierno de La Habana y al exilio de Miami al quedarse en Cuba sin permiso oficial durante unas vacaciones. Según Menoyo, desde agosto ha aguardado "pacientemente" un pronunciamiento oficial sobre su reclamo de residir legalmente en el país y abrir oficinas de Cambio Cubano. "He dado amplias muestras de prudencia, acordes con los propósitos de activismo pacífico que me animan. Sin embargo, sería vacilante y hasta deshonroso por mi parte enmudecer ante el prolongado silencio oficial y tolerar de manera callada y servil la ambigüedad y la imprecisión de un estatus que es, cuando menos, artificial".

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"No es una pantomima"

El líder opositor se presentó acompañado de dos disidentes socialdemócratas y dio a conocer una declaración escrita en la que afirmó que su presencia en Cuba "no es un simulacro o una pantomima". "Debo precisar que yo he venido a Cuba para quedarme. Que no le quepa a nadie la menor duda. Estoy aquí deseoso de allanar un camino de concertación que nos ayude a sacar a Cuba de este abismo donde la prosperidad del ciudadano común se ve rezagada al infinito". Según Menoyo, "el cambio es una necesidad urgente y, además, es incontenible".

El presidente de Cambio Cubano afirmó que el jueves un alto funcionario de inmigración le aseguró que su caso era especial y sería analizado, pero sin decirle cuándo recibiría una respuesta oficial.

El presidente cubano, Fidel Castro, el pasado jueves  en La Habana.
El presidente cubano, Fidel Castro, el pasado jueves en La Habana.REUTERS

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