Los integrantes del tripartito airean sus diferencias y el líder de ERC aplaza hasta el lunes su renuncia

Los partidos que integran el Gobierno tripartito catalán están convencidos de que el Ejecutivo ha salido fortalecido de la delicada sesión parlamentaria de ayer. Todos se conjuraron para mantener esta "apuesta estratégica", pero al mismo tiempo socialistas y republicanos airearon sus diferencias en asuntos muy sensibles.

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, insinuó en su intervención que Carod cesaría en la tarde de ayer como consejero de su Gobierno. "El todavía consejero y desde esta tarde diputado Carod", dijo Maragall en su intervención. Pero el líder de ERC, que tiene de plazo hasta el 9 de febrero para renunciar y presentarse a las elecciones generales del 14 de marzo, resolvió posponer su decisión previsiblemente hasta el lunes, según fuentes de su entorno. Fuentes de Presidencia explicaron que existía un acuerdo tácito para que Carod renunciara ayer mismo.

Otro punto de fricción pública entre el presidente de la Generalitat y su todavía consejero fue la exigencia de que Carod informase de los detalles de su encuentro con ETA al Gobierno central. "Debería hacer llegar su valoración de los contactos a las instituciones españolas", afirmó Maragall, quien fue tajante: "Éste es mi deseo, esto es lo que le pido, es más, es lo que exijo". ERC sigue negándose a ello. Lo evidenció en las réplicas el portavoz parlamentario de los republicanos, Josep Huguet, al dar por hecho que con la sesión de ayer ya quedaba resuelto ese trámite: "Esta Cámara forma parte del entramado institucional del Estado español y, por tanto, [Carod] ya habrá dado explicaciones a las instituciones españolas", dijo.

Maragall abrió la puerta al retorno en un futuro de Carod al Gobierno, pero dejó claro que la última palabra la tendrá él y no Esquerra, como insisten los dirigentes de este partido: "Carod tiene la puerta del Gobierno abierta si su comportamiento es el que ha de ser; lo he dicho y lo vuelvo a decir, si es el de respeto a las instituciones, que yo le exijo", subrayó.

El presidente catalán y Esquerra también siguen pugnando por las competencias que atesoraba Carod. Los republicanos insisten en que mantienen exactamente las mismas atribuciones que antes del cese de su líder como conseller en cap, pero Maragall dejó claro que la misma Presidencia ha "absorbido" ahora parte de sus competencias, aquéllas de "carácter delegado". Y no sólo esto: expresó su incomodidad con la figura del conseller en cap, regulada por un decreto de 2000, e insinuó que si esta figura se recupera en un futuro debe modificarse: "[En 2000] se vaciaron competencias de Presidencia y se puso al Gobierno de la Generalitat en una situación complicada", subrayó.

Otra diferencia la puso de manifiesto el portavoz del PSC, Miquel Iceta, cuando recordó el apoyo de su partido al Pacto Antiterrorista, en contra del criterio de Esquerra y de Iniciativa.