Batida municipal en Alicante a los restaurantes tras detectar carne en mal estado en un establecimiento
El Ayuntamiento de Alicante, a través de la Concejalía de Sanidad y Consumo, ha decretado el cierre provisional de un restaurante chino, ubicado en la avenida de Miriam Blasco, en el extrarradio de la ciudad, después de que varios vecinos denunciasen que el establecimiento mantenía la carne, que supuestamente se empleaba para el consumo humano, colgada en un tendero, en el patio trasero del local. A raíz de esta denuncia, el Ayuntamiento llevará a cabo una campaña de inspección sanitaria en todos los restaurantes de la ciudad.
El propietario del restaurante cuenta con tres denuncias anteriores por hechos similares, como por ejemplo la insana práctica de pelar las gambas en el suelo y luego servirlas a los comensales, según apuntó ayer el concejal responsable del ramo, Juan Zaragoza, del PP.
Los técnicos municipales detectaron, el lunes, en el citado establecimiento numerosas infracciones de la normativa de Sanidad, poniendo en riesgo la salud de las personas.
Juan Zaragoza informó de que el Ayuntamiento mantendrá clausurado el establecimiento especializado en comidas asiáticas hasta que los gerentes no "subsanen las irregularidades y cumplan la ley higiénico sanitaria". Además del cierre, el Ayuntamiento sancionará el local con una multa "importante", según el concejal, si bien no precisó la cuantía de la sanción.
La intervención municipal se produce a raíz de una denuncia de los vecinos de la zona, quienes alertaron a la Policía Local de que los responsables del local sazonaban los productos cárnicos en un secadero, ubicado en el patio y situado próximo a un aparato acondicionado. Los agentes comprobaron, según el edil, la veracidad de la denuncia. "Tendían la carne como si fuera ropa", dijo.
El lunes, una visita de los funcionarios municipales detectaron numerosas irregularidades tanto en las instalaciones como en la manipulación de los alimentos. "El problema de los gerentes de estos establecimientos es que desconocen y no se preocupan de cumplir las medidas higiénico sanitarias de aquí", señaló Zaragoza.
Desde principios de mes, el Ayuntamiento ha abierto una inspección en los bares, restaurantes y cafeterías de la capital para garantizar el cumplimiento de la ley que regula el funcionamiento de estos establecimientos. Zaragoza matizó que la inspección afectará a todos los locales por igual, con independencia de la nacionalidad. "A todos se les trata exactamente igual", dijo el edil.
La campaña se prolongará hasta que todos los locales hayan sido controlados. Zaragoza indicó que el Ayuntamiento efectúa de manera sistemática campañas organizadas y alternativas [sin previo aviso] con el propósito de que los responsables de los establecimientos no rebajen su celo en el cumplimiento de la normativa de Sanidad y Consumo.
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