Los afectados por la riada piden que se encauce el Urumea ya

Los vecinos y propietarios de locales de Astigarraga afectados por las inundaciones del fin de semana seguían ayer achicando agua o luchando contra el barro. Y lo hacían enfadados. Exigen al Gobierno vasco el inmediato encauzamiento del río Urumea. Los ayuntamientos tanto de esta localidad como de Hernani y San Sebastián se han sumado a la petición vecinal y demandan ayudas económicas a la Diputación guipuzcoana y al Ejecutivo autonómico para paliar los daños de la riada.

José Luis Navarro, propietario de un negocio de muebles de cocina y baño ubicado en el barrio de Ergobia de Astigarraga, una de las zonas más afectadas por las inundaciones del pasado sábado, miraba ayer con impotencia cómo una bomba sacaba poco a poco el agua que anegaba su almacén. "Tendré que pedir un crédito para volver a abrir, porque el seguro tarda en pagar; pero no creo que vuelva a abrir aquí", comenta. Con el río a escasos metros, Navarro calcula que ha podido sufrir pérdidas por valor de unos 84.000 euros.

La impotencia se mezcla con el enfado a las puertas de un local cercano, donde los bomberos se afanan en achicar el agua, que alcanza tres metros de altura. Los responsables de los negocios afectados, un taller mecánico y una carpinteria metálica, se preguntan enfadados por qué no se ha encauzado todavía el Urumea en este tramo. Y es que no es la primera vez que el desbordamiento del río destroza sus lugares de trabajo. Todavía tienen fresca en la memoria la última riada, en diciembre de 2002, que les obligó a cerrar tres meses sus negocios. "Aún estamos pagando los créditos, porque los seguros no pagaron ni leches", se queja uno de ellos.

Tomates perdidos

Los cultivos de Xabier Alberro no han corrido mejor suerte. Ha perdido los tomates y los pimientos de Gernika, ambos con el sello Eusko Label, que tenía plantados en 6.000 metros cuadrados de invernadero y 10.000 al aire libre en Astigarraga. No ocultaba su ira. "Es una de las zonas que más inundaciones sufre de toda la Comunidad autónoma y el río continúa como hace 50 años", denuncia, mientras rememora los más de 270.000 euros que perdió en las inundaciones de 2002, de los que apenas recuperó 30.000 del seguro. Ahora no espera correr mejor suerte.

Además de agricultor, Alberro es concejal de Astigarraga, gobernado por EA-PNV. Desde su condición de edil no repara en pedir al consistorio que exija al Gobierno vasco no ya que acelere el encauzamiento del Urumea, sino que ejecute las obras "ya". "Hablamos incluso de la seguridad de las personas, de manera que, si quiere, puede saltarse un montón de protocolos", dice.

Alberro critica también la gestión de la Mancomunidad de Aguas del Añarbe. "No abrió las compuertas, pero da igual. El agua salió por los aliviaderos, porque, pese a estar en un ciclo de lluvias, mantiene la presa con porcentajes muy altos de agua para evitar la posible falta de suministro durante el verano", explicó.

Los ayuntamientos de Astigarraga, Hernani y San Sebastián pidieron ayer "soluciones definitivas" para evitar nuevas inundaciones y demandaron a la Diputación y el Gobierno vasco ayudas económicas para paliar los últimos daños. El consistorio de Astigarraga tenía previsto decidir en un pleno, celebrado a última hora de ayer, si iniciaba los trámites para solicitar la declaración de zona catastrófica.

El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco recordó que el comienzo de las obras de encauzamiento del tramo final del río Urumea (sólo está encauzado en Hernani y en una parte de San Sebastián) está previsto para 2005, si bien señaló que, tras evaluar las últimas inundaciones, podrían adelantarse "algo" los trámites y la ejecución de algunas obras programadas.