300 días de sol para combatir la contaminación

Un viejo reclamo turístico que incluso aún hoy se emplea en la Costa del Sol para captar visitantes extranjeros asegura que de los 365 días que tiene el año, 300 son de sol. Imbuidos quizá por este dicho, que poco se aparta de la realidad, en Fuengirola (Málaga) se han propuesto exprimir al máximo las ventajas que se derivan de contar con una situación climática tan privilegiada. El pasado mes de agosto, el Ayuntamiento de Fuengirola se convirtió en el primer municipio andaluz en incluir en su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) una ordenanza que obliga a que todas las nuevas construcciones de la ciudad incorporen energías limpias.

Lo que en principio podría parecer una mera declaración de intenciones, sin embargo, se ha materializado ya en varias instalaciones municipales y, en un corto espacio de tiempo, se verá también en las azoteas de los nuevos bloques de viviendas que ahora se construyen en la calle Blas de Lezo de la localidad.

La utilización de paneles supone un ahorro económico para el ayuntamiento

La ordenanza es clara: todas las construcciones, públicas o privadas, que requieran el calentamiento de agua sanitaria deberán incorporar sistemas de energía limpia, bien con placas solares o con energía fotovoltaica. Junto a las características técnicas que deberán cumplir estos sistemas de energía limpia, la ordenanza también recoge las sanciones que se impondrán a promotores urbanísticos y propietarios que la incumplan, multas que van desde los 6.000 euros con los que se penaliza una falta leve, como incumplir las exigencias técnicas, hasta los 60.000 euros con los que se penalizará que no se instale alguno de los métodos previstos para la captación de energía solar.

El responsable último del mantenimiento del sistema será el propietario del inmueble y se da plena potestad a los servicios municipales para velar por el cumplimiento de esta ordenanza.

En un principio, esta normativa puede generar cierta inquietud en el pujante ramo de la construcción e incluso entre quienes se disponen a comprar una vivienda en esta localidad de la Costa del Sol, dado que la incorporación de estos sistemas de energía limpia encarecen el coste de la obra y, por tanto, de los inmuebles.

Sin embargo, la amortización de este sobrecoste está garantizada en un corto periodo de tiempo. De ello dan fe varias áreas del Ayuntamiento de Fuengirola que preside la popular Esperanza Oña. El concejal de Deportes, Pedro Cuevas, hizo balance a finales del año pasado del ahorro obtenido tras la instalación de un sistema de energía solar y fotovoltaica en la piscina municipal María Peláez. Cuevas explicó que el empleo de este modelo ha permitido el ahorro de 7.709 litros de combustible (gasóleo C) que se hubieran necesitado para calentar el agua de la piscina durante 2002.

El concejal resaltó que en el periodo abril-noviembre de 2002 se habían consumido 24.000 litros de gasóleo y que en el mismo periodo de 2003 el consumo se había reducido hasta 16.630 litros, lo que supone un ahorro de 2.560 euros en combustible. "Además de suponer un ahorro económico para las arcas municipales, conseguimos reducir la contaminación medioambiental que supone el uso del gasóleo", afirma Cuevas.

La aplicación de este sistema en las instalaciones de la piscina ha costado 82.000 euros. Cuenta con 85 placas solares, repartidas en dos módulos. La amortización de esta inversión se estima en tres años.

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idea), la reducción de emisión de gases contaminantes producida por este tipo de instalaciones en un año es de 5.000 kilos de dióxido de carbono, 11.000 gramos de dióxido de sulfuro y 13.900 gramos de óxido de nitrógeno.

Además de la piscina municipal, el Palacio de la Paz y Mercacentro también cuentan con sistemas de energía limpia, cuya inversión ha sido de 55.000 y 57.280 euros, respectivamente. En Mercacentro, la instalación de energía fotovoltaica cuenta con 76 placas y con la energía que se produzca se va a conseguir un claro beneficio para el municipio: la energía será vendida a Sevillana a 0,40 euros el kilovatio y con ello se compensa el gasto de electricidad que conlleva la iluminación de una de las principales vías de la ciudad. La amortización de esta instalación se estima en unos seis años.

Por su parte, la instalación del Palacio de La Paz (72 placas en dos módulos) supone una generación de energía de 8.320 kilovatios/hora , que equivale al consumo de potencia de unas 35 farolas.