Dos lecturas de un acuerdo

Homogeneización y reducción de las jornadas del personal sanitario o lesión de sus condiciones laborales. Éstas son las visiones encontradas del decreto sobre la jornada de personal de la Consejería de Sanidad, acordado por los sindicatos (menos UGT, CESM y STS) y cuya aplicación ha provocado la movilización de un sector de los trabajadores del personal del hospital La Fe, especialmente de enfermería. Tras seis intentos de poner orden a la jornada desde 1996, en el acuerdo alcanzado en septiembre de 2002 entre Sanidad y CCOO, SAE (Sindicato de Auxiliares de Enfermería), CSIF y SATSE (sindicato de enfermería), sobre retribuciones, se pactó un borrador de decreto de jornada que ha comenzado a aplicarse este año. Como apunta a este diario el director general de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad, José Cano, el objetivo era homogeneizar los horarios en los distintos centros, que variaban enormemente en función de lo que establecían los directores de hospitales y acuerdos diversos. Además, se acordó un descenso del horario laboral de forma que de las 1.624 horas anuales de 2003 se fijaba un objetivo de 1.589 horas en 2006, es decir, 36 por semana. Estos horarios se establecían para los turnos de 8.00 a 15.00 y de 15.00 a 22.00. Para los nocturnos, se fijó una equivalencia de 12 horas y media por las 10 horas de los otros dos turnos. En el turno rodado, que implica 42 jornadas de noche anuales, se acordaron 1.484 horas totales en el año 2006, es decir una equivalencia de una hora diurna o vespertina con 1,25 nocturna.

Una comisión de seguimiento controlará la aplicación práctica de lo pactado

Además, se fijaba un horario máximo de 7 horas en horario diario o de tarde y 10 horas seguidas en nocturno que podrían alcanzar las 12 horas. "Más allá se contemplará pero en casos excepcionales, como el de las matronas", apunta Pascual.

De esta forma se trataba de reducir horarios y eliminar situaciones que se daban en determinados centros como el trabajo de 24 horas continuadas, seguidas de un descanso de cinco días. Estos turnos, que se realizaban desde hacía, en algunos casos, hasta 20 años, eran fruto de acuerdos previos, pero también de pactos puntuales entre los servicios y las direcciones de los hospitales, de forma que existía una elevada diversidad de horarios. Así, había trabajadores que con este sistema de libranzas a final de año computaban un tiempo trabajado inferior al de otros compañeros, según apunta Sanidad, al margen de los potenciales problemas derivados de tantas horas de trabajo seguidos.

"Se trata de un buen acuerdo", apunta Tere Conca, responsable de Sanidad de CC OO. Conca defiende que la gran mayoría del personal trabajará menos y algunos que no hacían la jornada correcta "la tendrán que hacer", de forma que habrá quienes "perderán los privilegios" adquiridos gracias a turnos autorregulados en servicios fuera de control por parte de la consejería. A ello añade que al limitar el tope de los horarios se forzará a nuevas contrataciones en hospitales y centros de salud.

Sin embargo, Miguel Usó, responsable de sanidad en UGT, uno de los sindicatos que no lo apoyaron, sostiene que pese al descenso del número de horas totales que tendrán que hacer los trabajadores por término general, tendrán que trabajar más jornadas, al ser éstas más breves, lo que ha despertado el rechazo de los trabajadores, "muchos de los cuales ya tenían su vida montada" de acuerdo con los turnos anteriores.

El miércoles pasado, la asamblea de trabajadores del hospital La Fe destacó que los acuerdos "lesionan de forma grave las condiciones laborales que han estado en vigor los últimos 20 años" y anunció que mantendrán las concentraciones frente a la Consejería de Sanidad. Además denunciaron que el personal con turnos de noche tendrá que trabajar entre 10 y 17 días más, por lo que piden que el coeficiente de hora nocturna se valore como 1,4 horas diurnas en lugar de las 1,25 que fija el pacto, algo que no se da en ninguna otra autonomía, según Cano, que pone el ejemplo del caso de Madrid que es del 1,08.

En lo que todos están de acuerdo es en que la aplicación de la nueva jornada se pacte con las juntas de personal de los hospitales y que se introduzca de forma progresiva para evitar cambios bruscos. El jueves, Sanidad acordó con los sindicatos firmantes del acuerdo la creación de una comisión de seguimiento para controlar su aplicación.