Agua en Marte
La Agencia Europea del Espacio (ESA) anunció ayer que los instrumentos de su nave Mars Express han detectado, por primera vez de forma directa, la existencia de agua en estado sólido sobre la superficie de Marte. El hallazgo se ha producido menos de un mes después de que la nave se pusiera en órbita del planeta rojo el 25 de diciembre. La existencia de agua es relevante en dos sentidos: es una sustancia absolutamente necesaria para que los humanos, si algún día lo deciden, puedan explorar directamente el planeta y, al ser necesaria para la vida, su presencia anima a seguir investigando si en algún momento de los más de 4.000 millones de años de historia de Marte ha habido seres vivos.
Desde la NASA estadounidense se han apresurado a señalar que su nave Mars Odyssey, en órbita marciana desde hace dos años, ya había efectuado observaciones que permitían concluir la existencia de agua en los polos del planeta rojo. Sus instrumentos detectaron la presencia de hidrógeno, uno de los dos componentes del agua, y de ello se infirió que había hielo allí. Los responsables europeos replican que no es lo mismo deducir la existencia de agua que detectarla de forma directa y reivindican la importancia del hallazgo.
Polémicas y rivalidades al margen, es muy satisfactorio constatar que la ESA fue capaz de colocar el día de Navidad de manera brillante su primera nave en órbita de Marte y que los instrumentos de que está dotada han empezado ya a ayudar a los científicos a conocer mejor el planeta vecino. La misión no podía empezar mejor. A medida que el planeta rojo nos va resultando más cercano, también nos resulta más inquietante.
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