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Entrevista:NADIA YASSIN | Portavoz islamista marroquí

"El rey mejoró la suerte de la mujer para agradar a Occidente"

Canta. Está tan contenta de recorrer el perímetro de la Alhambra que Nadia Yassin se ha puesto a cantar. La portavoz del movimiento islamista marroquí Justicia y Caridad, e hija de su guía espiritual, el jeque Abdesalam Yassin, empezó anteayer en Granada su primer viaje a España, el tercero al extranjero, porque hasta que cumplió 44 años, en el 2003, las autoridades de su país no le concedieron pasaporte. Justicia y Caridad no es legal, aunque goza de cierta tolerancia.

Canta y hace bromas. "Esta ciudad los musulmanes debemos reconquistarla", afirma Nadia Yassin entre risas, refiriéndose a Granada, en cuya universidad animó, el martes, un debate. "Los talibanes prohibieron la música y las canciones", le recuerda uno de sus acompañantes. "Nosotros sí podemos canturrear a condición de no excedernos", contesta la portavoz.

La hija del jeque no podrá entrar en la Alhambra. Ha llegado tarde y está cerrada. Antes ha caído en la inevitable tentación de ir de compras a El Corte Inglés. Hoy se desplazará en tren -el avión la inquieta- a Madrid. En el Círculo de Bellas Artes volverá a hablar de Marruecos y de su polémico libro, A todo velo. Al encuentro del mensaje coránico (Alter Éditions), aún no publicado en España, sobre las relaciones entre el islam y Occidente.

El Parlamento marroquí aprobó, en la noche del viernes al sábado, la reforma del estatuto de la mujer, instaurando una cuasi igualdad en entre ambos sexos que prácticamente equipara a Marruecos con Túnez, el país más avanzado del mundo árabe.

Los islamistas legales del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) intentaron en vano edulcorar la ley enmendándola, pero, en última instancia, no se atrevieron a votar en contra porque emanaba de una iniciativa lanzada por el rey Mohamed VI en octubre.

A Nadia Yassin no le sorprende esta claudicación: "Son, como dicen algunos, los islamistas de servicio", la oposición cómoda de fachada. "Su cambio de actitud de 180 grados [cuando tuvo lugar la votación] es vergonzoso", asegura.

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¿Y usted, que piensa de la reforma del código de la familia? "A nosotros no nos incomoda el contenido" de la nueva ley, que restringe, por ejemplo, drásticamente la poligamia. No en balde un documento interno del movimiento del jeque Yassin recordaba que el profeta Mahoma "instauró la poligamia como una solución excepcional ante casos excepcionales" y facultaba incluso a la mujer a rechazarla.

"El primer problema", advierte Nadia Yassin, " es que el poder, en Marruecos, se ha autoimpuesto este nuevo código para hacer un guiño, para complacer a algunos gobiernos occidentales y a un determinado sector feminista de la sociedad civil marroquí".

"Vivimos un momento", prosigue la portavoz, "en el que las fuerzas occidentales no sólo siguen entregadas a Israel, sino que utilizan a la mujer como una unidad de medida para evaluar el grado de democratización y de respeto de los derechos humanos" en las sociedades musulmanas. "Pero su verdadero propósito no es promocionar a la mujer, sino defender sus intereses geopolíticos aplastando a sus adversarios mientras nosotros debemos enseñar permanentemente nuestra patita blanca para demostrar que somos buenos chicos".

Nadia Yassin no se resiste a poner un ejemplo: "El presidente francés, Jacques Chirac, consideró [en diciembre] que la situación de los derechos humanos en Túnez es satisfactoria -cuando todo el mundo sabe los atropellos que allí se producen- porque la audacia del código de familia tunecino le hizo olvidar la tiranía de su régimen".

"El otro problema es que con esta reforma se ha puesto la carreta antes que los bueyes", sostiene la hija el jeque. "En una sociedad mayoritariamente analfabeta, como la marroquí, un cambio de este calibre causa una gran angustia, y no sólo entre los hombres", cuya autoridad resulta mermada.

"Nosotros, los islamistas, conocemos mejor que nadie la sociedad y le puedo asegurar que también las mujeres están desorientadas" ante sus nuevas prerrogativas. "Desgraciadamente no se ha llevado a cabo una labor explicativa previa en las mezquitas, los colegios, las universidades", se lamenta Nadia Yassin.

Nadia Yassin, portavoz del movimiento Justicia y Caridad.
Nadia Yassin, portavoz del movimiento Justicia y Caridad.BERNARDO PÉREZ

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