Los sindicatos remitieron siete informes a GISA por falta seguridad en la línea 9
Los accidentes mortales en el trabajo disminuyeron el 20% en 2003
Unos 300 trabajadores de la línea 9 del metro de Barcelona secundaron ayer un paro en señal de luto por la muerte de un operario de estas obras el pasado lunes y para denunciar la falta de seguridad en su trabajo. Los sindicatos CC OO y UGT ya advirtieron el año pasado de los riesgos laborales que corren estos trabajadores en siete informes que remitieron a la empresa pública GISA, promotora de la construcción.
"El accidente no fue ninguna sorpresa". Así se expresó ayer el responsable de salud laboral de la Federación de la Construcción de CC OO, Alfredo Bienzobas, quien criticó la "escasa voluntad preventiva" de las empresas que llevan a cabo las obras del tramo donde se produjo el accidente mortal (FCC, Ferrovial, Copisa, Copcisa y OHL). En octubre del año pasado, otro empleado de 56 años perdió la vida en la línea 9.
Hace tiempo que los sindicatos echan en falta medidas de seguridad en esta construcción. Desde finales de 2002, cuatro delegados de CC OO y otros cuatro de UGT visitan mensualmente las obras en virtud de un convenio firmado con GISA en octubre de 2002 para reducir la siniestralidad. Como fruto de estas visitas, los sindicatos remitieron a lo largo del año pasado a GISA y a las empresas constructoras un total de siete informes que recogían peligros observados en las obras, como la falta de redes y barandas de protección para evitar el impacto de las caídas de los trabajadores, conexiones eléctricas mal efectuadas, pasos de grúas sin señalizar, piezas de cemento mal sujetadas y la falta de un sistema de evacuación en la tuneladora, que se acondicionó tras el aviso de los sindicatos. GISA declinó ayer pronunciarse al respecto.
El Departamento de Política Territorial y Obras Públicas se reúne hoy con el director general de GISA, Xavier Borràs, para conocer las actuaciones que lleva a cabo para controlar la seguridad de las obras y dilucidar si hacen falta medidas complementarias.
Descenso de la siniestralidad
El accidente del pasado lunes se suma a otras cinco muertes laborales que ya han tenido lugar en lo que va de año y que contrastan con el descenso de la siniestralidad laboral registrado en 2003.
La caída más significativa se produjo en los accidentes mortales, que se redujeron el 20% al pasar de 186 trabajadores fallecidos en 2002 a 149 en 2003. Se puso fin así a una continua escalada de muertes laborales iniciada en el año 2000 que alcanzó sus máximos en 2002, cuando aumentaron el 20%.
A pesar de este balance, los sindicatos CC OO y UGT creen que no hay motivos para alegrarse. "Las estadísticas siguen siendo escandalosamente altas", dijo la responsable de salud laboral de UGT, Carme Simarro. A los 149 accidentes mortales hay que añadir otros 1.601 graves (el 5% menos que en 2002) y 168.293 leves (el 7,5% menos). Pere Creus, del departamento de salud aboral de CC OO, también valoró con cautela la caída de los accidentes y mostró cierta desconfianza hacia los datos oficiales. Este sindicato viene denunciando que en el último año las empresas han ocultado parte de los accidentes leves a raíz del cambio de formulario que utilizan para notificarlos a la Administración.
Ambas centrales aseguraron que no se puede bajar la guardia y pidieron al consejero de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañé, la puesta en marcha de un plan de choque que están ultimando para hacérselo llegar en breve. Rañé, que calificó de "positivo" pero "insuficiente" el descenso de los accidentes, también planteó la necesidad de "abordar un plan con mucha profundidad para que haya más prevención". En su opinión, las empresas han hecho hasta ahora "poca prevención y de poca calidad".
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