¿Por qué el cerebro?

El trabajo que coordina la Universitat de València se centra en el diagnóstico de tumores cerebrales. Si este tipo de procesos es de los menos frecuentes, ¿por qué entonces empezar por este tipo de cáncer? La respuesta es muy sencilla. El cerebro es la parte más delicada del cuerpo y toda intervención es peligrosa y difícil. Si se puede evitar la biopsia -extraer parte del tejido para analizarlo tiene un riesgo del 2% de mortalidad en esta parte del cuerpo- se podrá determinar el tipo y la agresividad del tumor sin intervención quirúrgica ni las complicaciones que puedan surgir.

El método diagnóstico cuyo desarrollo coordina el centro valenciano se base en un análisis incruento. Al paciente no se le interviene en absoluto y simplemente requiere que permanezca unos 15 minutos en el equipo de resonancia magnética nuclear para realizar el análisis de espectroscopía que permite acceder a un nivel de información molecular, es decir, que da pistas sobre el metabolismo del cuerpo. Así, es capaz de detectar sustancias que indican donde hay un mayor crecimiento celular, lo que apunta a una lesión oncológica.

El equipo de Bernardo Celda pretende aplicar la misma metodología en el futuro al cáncer de mama y el de próstata, estos sí, mucho más comunes; y ser capaces no sólo de detallar al máximo el diagnóstico del mayor número de tumores sino, a partir de las bases de datos, perfeccionar la clasificación de tumores. El equipo de la Universitat de València también emplea la espectroscopía para distinguir en el diagnóstico de Alzehimer, depresiones o demencia en colaboración con el hospital Doctor Peset de Valencia.