La mundialización altermundista
Mal que le pese al unilateralismo de Bush, el mundo es múltiple y diverso. Mostrarlo es el primer logro del 4° Foro Social Mundial que ayer comenzó en Bombay y al que la prensa occidental ha dedicado amplios comentarios. La India con sus 1.062 millones de habitantes, sus 16 lenguas oficiales, su ritmo de crecimiento, los contrastes entre su condición de paraíso económico y de infierno social, entre un desarrollo tecnológico, puntero en algunos sectores como la informática y una miseria extrema con más del 50% de la población viviendo con menos de un dólar diario, con su condición de potencia atómica y su posición dominante entre los países del Sur, sigue siendo para la mayoría de nosotros una total desconocida.
Gracias al Foro los europeos están descubriendo que Bombay hace ocho años que se llama Mumbai, Calcuta, Kolkata y Madras, Chennai; que su economía es el reino de las deslocalizaciones, que sus privatizaciones y sus desregulaciones son masivas, que sus jóvenes expertos son los más competentes y baratos del mundo; que aspira a un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que los países asiáticos la han integrado en el Foro regional de ASEAN y que abandonando la vieja doctrina del no-alineamiento, se ha convertido a la realpolitik y se ha incorporado al norteamericano campo del Bien.
El Foro de Mumbai es, en sus aspectos logísticos y urbanísticos, muy distinto de los de Porto Alegre. En éstos, un municipio y un Estado, plenamente identificados con el proyecto altermundista, asumieron todos los problemas organizativos, aportaron una contribución sustancial a su presupuesto y fueron determinantes para la calidad de la acogida y el aire de fiesta militante de sus tres ediciones. En Mumbai la localización en el áspero y lejano suburbio de Goregaon, una Administración pública dominada por el partido Shiv Sena de extrema derecha, aliado al primer ministro Atal Bihari y a su ultraliberalismo fundamentalista, han limitado los recursos del Foro a las aportaciones privadas de ONG y de fundaciones y le han empujado hacia posiciones rupturistas -no se ha aceptado la aportación de la Fundación Ford-.
Pero sobre todo el Foro de este año saca al altermundismo del contexto euroamericano y lo instala en la mundialidad. De los cerca de 100.000 participantes censados, más de 80.000 son asiáticos, en especial del Sur, y los contenidos temáticos de los cerca de 3.000 espacios de debate previstos tendrán una especificidad surasiática e hindú. Junto a los ejes permanentes de la lucha contra el neoliberalismo y la emergencia de otro mundo, el Comité de Organización ha inscrito al mismo nivel otros tres ejes: la lucha contra el sistema de castas; el combate frente a la intolerancia religiosa y el integrismo comunitario; y la impugnación del patriarcado en todas sus formas.
Ejes y temas que bajo otras vestiduras encontramos en otros países y contextos, pero que en India revisten una importancia capital. Pensemos que la lucha de la casta de los intocables (los dalits) y de las tribus (los adivesis) afecta a más de 250 millones de personas y que la marcha hacia Mumbai que han organizado los dalits y que ha durado varias semanas, ha supuesto una impresionante movilización popular.
Especificidad que retoma los principales problemas del altermundialismo: radicalismo retórico, ausencia de resultados concretos, tendencia de las organizaciones políticas al entrismo y a la instrumentalización. En particular en India donde los movimientos sociales se cuentan por miles y donde la vinculación entre ellos y los partidos políticos es frecuente y muy estrecha. Hasta el punto de que, incluso terminológicamente, hay que distinguir entre las "organizaciones de masa", emanaciones de los partidos y los "movimientos populares", independientes de ellos y ahora agrupados en una alianza nacional (NAPM) que movilizan a decenas de millones de personas para objetivos concretos -oposición a las presas que se están construyendo sobre el río Narmada, contra los cultivos transgénicos, etcétera-.
En cualquier caso 100.000 militantes por el progreso, el Foro de los Parlamentarios y la presencia en Mumbai de personalidades tan relevantes como la premio Nobel iraní, Shirin Ebadi, Joseph Stiglitz, Ahmed Ben Bella, el ex primer ministro Singh Nguyen Thi Bihn, Dewinder Sharma, Federico Mayor, Mary Robinson, los promotores del acuerdo de Ginebra Yossi Berlin y Yasir Abbed Rabbo que no son altermundistas, suponen un aval importante para los combates de la India y para la consolidación en el mundo de una acción alternativa al conformismo y a la corrupción de tantos políticos al uso y a las cínicas provocaciones de los lobbyistas del Imperio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.