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Reportaje:

Lille, el Sur del Norte

La ciudad francesa aprovecha su capitalidad cultural para emprender una gran metamorfosis

Lille, situada en la frontera con Bélgica, es hoy una aglomeración urbana de más de un millón de habitantes que busca cómo salir de su pasado minero y textil. Es una ciudad en plena metamorfosis, y eso es lo que quiere evocar durante sus primeros meses de capitalidad cultural europea. De ahí el escoger como uno de los temas que federan varias de sus exposiciones el Flower power; no en vano, las flores tienen un gran poder simbólico y a través de ellas vemos la eclosión de la belleza y cómo ésta se marchita, pero también su reproducción y diseminación.

Si en la calle el tulipán gigante de Yayoi Kusama puede leerse como una referencia irónica a ese delirio flamenco que, en 1637, hizo estallar la primera burbuja financiera de la historia basada en la especulación sobre los bulbos de... ¡tulipán!, en otros lugares de la ciudad -museos, antiguos hospitales, invernaderos- la flor es celebrada por artistas de los siglos XVI, XVII o contemporáneos, en algunos casos en clave de Vanidad o como un enésimo ataque a la concepción clásica de lo bello.

Una gran exposición de Rubens será la estrella de la segunda estación del año

Pero la metamorfosis de la ciudad se aplica también a sus calles principales, como la rue Faidherbe, que Jean-Claude Mazières, creador de historietas de ciencia-ficción, ha transformado en astropuerto a base de erigir una serie de arcos que provienen de un futuro-pasado, es decir, de un imaginario del futuro que ya tiene más de treinta años.

Tras cinco años de cierre y obras, la Ópera de Lille ha abierto de nuevo para sumarse a una fiesta que ha de prolongarse hasta bien entrado el otoño de 2004. "No hemos querido inaugurar con una gran exposición que absorbiera toda la atención", explica la alcaldesa, Martine Aubry, "pues intentamos que la capitalidad cultural tenga continuidad no sólo gracias a algunos nuevos equipamientos, sino, y sobre todo, gracias a una nueva percepción de la ciudad por sus propios habitantes y por los forasteros". Una cultura exclusivamente burguesa enfrentada al asociacionismo obrero, propia de una ciudad con una clase media escasa y tímida, ha de dar paso a una concepción más abierta. "Soy alérgica al urbanismo de Le Corbusier, a los barrios especializados. No sólo propicio la mezcla social, sino también de funciones urbanas", concluye Aubry.

El 6 de marzo, una gran exposición de Rubens será la estrella de la segunda estación del año cultural. Watteau y Mattisse serán los grandes nombres que compartirán el protagonismo, pero, al mismo tiempo, se abrirán una docena de Folies, antiguas fábricas abandonadas reconvertidas en centros culturales de proximidad y de nuevo tipo. Sólo los que demuestren saber funcionar enraizados en su barrio podrán sobrevivir.

Los robots, el cine del futuro, los prototipos de coches jamás construidos luego en serie, el bosque colgante instalado en la Grand Place y obra del grupo Lucie Lom, las instalaciones de Daniel Buren, Miwa Yanagi y Annette Messager seguirán manteniendo el tono de ciudad que cambia.

En septiembre, aprovechando la fiesta popular -la norteña Lille se siente tan festiva como las ciudades de un mitificado Sur- de la gran subasta del día 4, el acento se pondrá en la arquitectura y el diseño. El metro de Lille -el primero totalmente automatizado que ha funcionado en el mundo-, el centro comercial concebido por Rem Colas, un cyberfórum, un análisis de los nuevos signos urbanos, de las ciudades que más han cambiado en la última década -Barcelona, Manchester, Oporto, Rotterdam...-, serán elementos centrales de las actividades de la última estación, que también incluye el estreno mundial de un nuevo espectáculo de Peter Brook o de una composición de Georges Aperghis. Son elementos dispersos de un programa repleto que ocupa toda la región y que incluso ha sido asumido por las escuelas de la zona, que no en vano han hecho y hacen trabajar a todos sus alumnos durante este curso sobre dos grandes temas: las flores y la ciudad ideal.

<i>La forêt suspendue,</i> de Lucie Lom.
La forêt suspendue, de Lucie Lom.

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