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Tribuna:UN PENSADOR CRUCIAL DEL SIGLO XX
Tribuna
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Un valiente defensor de los derechos humanos

Con Norberto Bobbio desaparece una de las últimas grandes voces de la cultura antifascista italiana. Y lo hace en un momento en que la herencia de esta cultura se halla ensombrecida por la permanente crisis de la izquierda política debido a la fustigación de un sistema mediático que está haciendo perder a los italianos el sentido mismo de la democracia. El propio Bobbio advirtió hace una década de que la "televisión es por naturaleza de derechas", no sólo porque ofrece una realidad "confeccionada" y carente de problemas sino, sobre todo, porque depende fatalmente del sistema publicitario, que la pone en manos del poder económico y de sus intereses, raramente coincidentes con los de la mayoría de los ciudadanos.

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Muere el filósofo Norberto Bobbio

Bobbio, profesor universitario de Filosofía del Derecho desde los últimos años del fascismo, fue siempre el exponente de un pensamiento liberal-socialista que desarrolla las enseñanzas de esos grandes predecesores que fueron Carlo Rosetti o Piero Gobetti. Su presencia en la cultura italiana supera con mucho la mera contribución filosófica o jurídica, pues fue un maestro del compromiso civil para varias generaciones de italianos. Más que un filósofo, Bobbio ha sido un "intelectual", en el amplio sentido que el término tenía en el siglo XX, y se aproxima a la figura del filósofo del siglo XVIII. De hecho, la Ilustración fue una de sus referencias más constantes. En los años cincuenta, en el seno del vital clima político e intelectual de Turín, la ciudad de Gobetti y de Gramsci y centro de la resistencia antifascista, Bobbio fundó, junto con Nicola Abbagnano, un movimiento neoilustrado que recogía las enseñanzas del siglo XVIII preconizando un racionalismo abierto a las experiencias de la ciencia contemporánea y atento a la filosofía del lenguaje anglosajona. Pero los autores que constituyeron una constante referencia en su meditación filosófica fueron Thomas Hobbes y Hans Kelsen. Su reflexión sobre Hobbes, al que dedicó numerosos ensayos en diferentes épocas de su vida (como Thomas Hobbes, 1989), le orientó hacia una visión del Estado libre de cualquier ilusión sobre el derecho natural y le hizo tomar conciencia de que toda ley o justicia comienza con el contrato social. Pero el contrato social implica, por definición, una opción libremente aceptada. De ahí el interés de Bobbio por el positivismo jurídico de Kelsen. Yendo mucho más allá de éste y de Hobbes, él consideraba que era la base de una concepción democrática de la soberanía del Estado y, por tanto, un criterio mucho más seguro que el vago concepto de derecho natural a la hora de juzgar la legitimidad de las instituciones. Como positivista jurídico, Bobbio fue también un valiente defensor de los derechos humanos que, de un modo realista, consideraba fundamentados en conquistas históricas más que en abstractas esencias metafísicas: una de sus últimas obras, junto a Elogio de la templanza (1994), fue El tiempo de los derechos (1990) [Sistema, 1991]. De muchas de estas obras así como de su larga experiencia biográfica habla una amplia Autobiografía escrita con Alberto Papuzzi (1997).

Gianni Vattimo es filósofo italiano.

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