España acepta estudiar "caso por caso" la presencia de agentes armados en los vuelos a EE UU

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, asidua visitante de Washington, aceptó ayer implícitamente la incorporación de policías armados a los vuelos si el grado de amenaza lo justifica. "El acuerdo es que caso por caso examinaremos conjuntamente las medidas que se estime oportuno adoptar a la vista de la realidad que haya que observar", dijo la ministra después de una reunión con el secretario de Estado, Colin Powell. Palacio aclaró que entre esas medidas "no se excluye ninguna". El ministro del Interior, Ángel Acebes, defendió ayer un planteamiento muy similar.

La ministra parecía satisfecha con la petición que EE UU ha formulado a los países que operan trayectos aéreos considerados de alto riesgo, en los que Washington exige la presencia de agentes de paisano armados. Aunque algunos gobiernos han optado por no atender esa petición y suspender aquellos vuelos considerados "peligrosos", España no parece estar en ese grupo crítico: "España es un país que conoce muy bien la amenaza del terrorismo y sabe muy bien el orden de prioridades. Cualquier esfuerzo es bienvenido si significa mayor garantía y seguridad en la lucha contra el terrorismo", dijo la ministra en las puertas del Departamento de Estado. Palacio aprovechó para ensalzar los avances en la lucha contra el terrorismo en España -"Hemos sido capaces de interceptar a dos terroristas que iban a poner unas bombas en trenes durante las vacaciones"- e inmediatamente insistió: "El acuerdo al que ha llegado el Gobierno de España con la administración americana es que caso por caso examinaremos, y conjuntamente tomaremos la decisión más adecuada en función de la amenaza y del contexto y de las circunstancias".

Tampoco criticó ministra la decisión estadounidense de fichar a todo extranjero que llega a este país, salvo quien lo haga para estancias cortas como turista. Según Palacio, "la amenaza del terrorismo es real, y por eso todo lo que sean medidas de seguridad redunda en beneficio de nosotros. No se trata de paralizar o perjudicar al turista, al estudiante o al hombre de negocios, sino de que seamos capaces de interceptar al terrorista".