Los asesinos de Torre Baró usaron un "arma inusual" y no robaron nada
Los autores del crimen de Torre Baró sorprendieron a su víctima, C. B. M, de 32 años, mientras dormía en el interior de su coche durante la noche de Reyes en el mirador de la carretera Alta de Roquetes. Su novia, que también se encontraba en el interior del vehículo, resultó ilesa. Fuentes judiciales citadas por la agencia Efe señalaron ayer que las circunstancias del crimen son un tanto "raras": los asesinos utilizaron una pistola de nueve milímetros largo -un arma antigua de uso militar e "inusual" entre la delincuencia- y no robaron ni agredieron a la chica.
La policía, sin embargo, no descarta ningún móvil, aunque fuentes de la investigación consideran poco probable que se trate de un ajuste de cuentas, pues la víctima no tenía antecedentes penales y disponía de un trabajo estable.
Al parecer, los autores del crimen sorprendieron a la pareja a las 1.15 horas mientras dormían en el interior del coche, bajo una torre de alta tensión, junto al mirador de Torre Baró. Según las citadas fuentes judiciales, se confirma que los agresores efectuaron un primer disparo que rompió uno de los cristales del vehículo y despertó a la pareja. Es posible que entonces el joven fallecido se enfrentase a los agresores y recibiera los disparos que acabaron con su vida. Probablemente los asesinos huyeron a pie.
Cinco casquillos
En la zona de los hechos se encontraron cinco casquillos de bala, de los que tres impactaron en el cuerpo de la víctima, que recibió un tiro en la nuca, otro en el costado derecho del abdomen y otro en una pierna, aunque aún no se conoce el resultado final de la autopsia.
La novia de la víctima, muy afectada por el suceso, declaró ayer ante el Grupo de Homicidios de la policía y confirmó que no vio acercarse a los agresores ya que se despertó al oír el primer disparo. Según estas fuentes, además de esta joven, los ocupantes de un coche que pasaba por aquella carretera podrían haber visto a los autores de los hechos. La identificación de los asesinos, sin embargo, es muy difícil debido a la oscuridad de la zona y a que uno de ellos iba encapuchado.
Fuentes policiales declinaron confirmar ayer si el arma usada en el crimen fue una pistola de nueve milímetros largo, si los disparos fueron exactamente cinco y si la primera de las balas sólo rompió el cristal del coche.
El portavoz del grupo de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, lamentó ayer el crimen y pidió al consistorio que adopte medidas para garantizar la seguridad de la zona, entre ellas el aumento del número de agentes de la Guardia Urbana y un alumbrado mejor. "No puede ser que en Barcelona existan puntos oscuros donde la gente se sienta insegura por una falta de prevención policial y de alumbrado público que facilita el incremento de robos y de incidentes trágicos en la ciudad", subrayó.
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