La fiscalía portuguesa acusa a 10 personas de pederastia en la Casa Pia

Tras un año de investigación, la Fiscalía General de la República portuguesa concluyó que 10 personas deberán ser juzgadas por abusar sexualmente de niños de Casa Pia de Lisboa, una institución benéfica que acoge a hijos de familias sin recursos. Entre los acusados se encuentran destacadas figuras de la televisión y del Partido Socialista portugués, algunos de ellos ya detenidos preventivamente desde hace varios meses.

Las conclusiones de la investigación fueron presentadas al juez y a los acusados, cuyos abogados tienen dos meses para convencer al tribunal de que las acusaciones de la fiscalía no tienen fundamento y de que no hay motivos para una acusación y un juicio. Carlos Silvino, el antiguo funcionario de Casa Pia apodado Bibi, es, según la fiscalía, el autor del mayor número de crímenes, más de mil, entre abusos sexuales y otros de inducción a la prostitución.

Silvino está detenido desde noviembre de 2002 tras la denuncia de una de sus víctimas a la policía. Su encarcelamiento y la publicación de un reportaje en el semanario Expresso destapó el escándalo. Un año después se sabe que un grupo de pederastas abusó sexualmente de niños de la institución con el conocimiento de los responsables de Casa Pia. Sin embargo, la fiscalía descartó la existencia de una red criminal organizada, aunque defiende que los acusados se conocían y actuaban en grupo. Bibi sería el proveedor de niños.

Pese a los muchos rumores que aseguran que destacados políticos están implicados en este caso, sólo el ex número dos del Partido Socialista y antiguo ministro de Trabajo, Paulo Pedroso, fue acusado. Pedroso estuvo detenido cinco meses, pero aguarda ahora el juicio en libertad. Ayer solicitó la suspensión de su mandato de diputado. La detención de Pedroso hundió además al Partido Socialista portugués en su mayor crisis.

Los otros acusados por la fiscalía son el presentador de la televisión portuguesa Carlos Cruz; el cómico Herman José; un antiguo embajador en la Unesco, Jorge Ritto; el ex abogado de Bibi, Hugo Marçal; el antiguo director de Casa Pia, Manuel Abrantes; el arqueólogo Francisco Alves; el médico Ferreira Diniz, y la dueña de la casa donde se cometían abusos.