Los Presupuestos vascos vuelven a depender del voto de Batasuna

Los presupuestos vascos llegan hoy a su debate final pendientes de la ilegalizada Batasuna, ahora Sozialista Abertzaleak (SA), cuya abstención o voto a favor es indispensable para que salgan adelante. El problema del Gobierno tripartito es que está atado por el compromiso del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de no pactar con SA. Los independentistas se han mostrado dispuestos a negociar su apoyo a los presupuestos.

Existe una tercera opción para que los 6.661,6 millones de euros -7.135,2 millones, incluidos los organismos autónomos, entes y sociedades públicas- presupuestados para 2004 vean la luz: que falten dos diputados más del grupo heredero de Batasuna o del resto de la oposición. La ausencia de Josu Urrutikoetxea (SA), huido de la justicia, y la sanción a Carlos Iturgaiz (PP) por manipular el escaño de su jefe de filas, Jaime Mayor Oreja, deja la relación de fuerzas en la Cámara de Vitoria bastante equilibrada, 37 miembros de la oposición frente a 36 del Gobierno.

En cualquier caso, Ibarretxe no tendría ningún problema para acabar la legislatura con unas cuentas prorrogadas de las que sacó adelante el pasado año para 2003, gracias al retraso del líder de la oposición, Jaime Mayor.

Muchas incógnitas, como ya viene siendo habitual año tras año cuando se debate el principal instrumento económico del Gobierno, y cuyo desenlace lleva camino, como ya es tradicional desde que Ibarretxe llegó a la presidencia en 1998, de convertirse en otro pleno con sorpresa final.

Disposición de SA

El hecho es que SA ha ido dejando puertas abiertas y facilitando el camino de los presupuestos, primero retirando su enmienda a la totalidad y después en el trámite de enmiendas parciales, al permitir con su abstención que el tripartito incorporara cuatro propias. Dos de ellas son importantes por su significación: 4,8 millones para la financiación de "gastos de funcionamiento ordinario" de los partidos, y 570.000 euros para Udalbide, la Udalbiltza de PNV y EA. IU no votó esta última partida. El portavoz del PNV, José Antonio Rubalcaba, dijo entonces que el reparto de los 4,8 millones se haría entre todos los partidos con representación parlamentaria, aunque no aclaró adonde irá la parte que corresponda a SA, que al estar ilegalizada Batasuna no tiene partido político en que apoyarse.

La más que evidente disposición de los radicales a una negociación y acuerdo se enfrenta al compromiso del lehendakari de no pactar con SA mientras no condene la violencia. Sin embargo, respecto de la aplicación de ese acuerdo existen al menos dos interpretaciones. El pasado día 12 la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia dejó claro que para llegar a un acuerdo con SA en torno a los presupuestos es preciso que "le diga a ETA que sobra".

Unos minutos antes el portavoz del PNV, y entonces todavía candidato a presidir el partido, Joseba Egibar, puntualizó que "en el ámbito de elaboración de una ley -él se refería a la del Sistema Universitario- aquello que entendemos que mejora un texto estamos en condiciones de admitirlo; estamos en un Parlamento", dijo.