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Entrevista:ALFONSO DURAZO | Secretario y portavoz del presidente de México

"Aún tenemos que afrontar muchos retos"

Juan Jesús Aznárez

El último número de la revista Cambio enumera los personajes del año 2003 en México y cita a Alfonso Durazo, el secretario particular del presidente, Vicente Fox, como "el más influyente". Durazo fue también secretario de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del ahora opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta su asesinato, en 1994. En declaraciones a EL PAÍS, subraya que en el primer trienio del Gobierno del cambio se han logrado "muchos aciertos", pero México tiene por delante retos importantes. Uno de ellos es la consolidación de "una cultura política de carácter plenamente democrático".

Durazo, de 49 años siempre fue un priísta atípico, que "supo retirarse de la descomposición política ocurrida en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo [1994-2000], quien se convirtió en su principal acosador", agrega Cambio. Presentó la renuncia al PRI, en carta dirigida a la entonces presidenta, Dulce María Sauri, en mayo de 2000, porque "un partido sin democracia no tiene futuro". La democracia mexicana dista de haberse modernizado y de haber solucionado los graves problemas del país. "No somos de los que creemos que las cosas no pueden mejorar. Al contrario. Hemos avanzado, hemos conseguido muchos aciertos, pero estamos muy claros de los retos que aún tenemos que enfrentar".

Prudente en sus declaraciones, el Center For Strategic and Internacional Studies lo considera uno de los principales estrategas del Gabinete. Suma a su condición de secretario del presidente la de portavoz y coordinador general de Comunicación Social. Al abordar los desafíos de México agrega que "bastaría citar simplemente la disparidad social en el país, en el que el 20% se encuentra en una situación de pobreza extrema. Y citando ese dato ya podemos obviar el resto. Esa cifra da idea de la dimensión de los retos que tenemos que enfrentar en el ámbito social".

Consolidar los cambios

"Pero también hay retos en el ámbito político y en el económico. En este último, tenemos que pasar de la estabilidad macroeconómica al beneficio concreto, a traducir esa estabilidad en el bolsillo de los mexicanos", señala. "En el aspecto político, tenemos que consolidar los cambios logrados. Tenemos que avanzar en la consolidación de políticas públicas que nos lleven a consolidar, a la mayor brevedad posible, una cultura política de carácter plenamente democrático y a impulsar aquellos cambios previstos en la propuesta de reforma del Estado de Fox".

¿No está transcurriendo demasiado lenta la transición nacional? "Todos hemos tenido que pasar por un proceso de aprendizaje, de reacomodos, no solo de políticos y políticas, sino también de visiones", responde. "Creo que será necesario que algunas cuestiones lleguen a su extremo en la obsolescencia de algunas prácticas, de algunas estructuras, de tal manera que se vea el carácter imprescindible de su relevo". Los siete decenios de hegemonía príista diseñaron un corporativismo sindical y político, bajo el paraguas de una presidencia imperial, cuyas estructuras no son fáciles de derribar.

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"Yo confío en que todos los actores políticos actuemos con la responsabilidad que las circunstancias nos reclaman y que esta aparente lentitud pueda coronarse con los cambios estructurales en los que todos coincidimos, que son imprescindibles para modernizar el país política, económica y socialmente", señala Durazo. "La reforma fiscal que tiene el propósito de transparentar, simplificar y ampliar la base del contribuyente" es uno de estos cambios. El proyecto oficial había sido derrotado cuando se efectuó la entrevista, pero siguen los trabajos legislativos con la oposición para acordar otras opciones. Durazo señala también las reformas de pensiones, la reforma eléctrica y la reforma del Estado, "que tiene el objetivo de definir un rostro, un perfil, plenamente democrático del Estado mexicano, es decir, que busca superar cualquier enclave autoritario que aún permanezca en su estructura jurídica".

El alto funcionario niega que hayan fallado los operadores del Gobierno en la conciliación de propuestas con la oposición, tal como apuntan algunos analistas. Al contrario, señala. "Es una apreciación infundada porque, no obstante lo mucho que falta por hacer, también hay resultados evidentes en el Gobierno". En ese sentido, indica que aunque las reformas estructurales aún están en proceso, un número muy amplio de disposiciones normativas aprobadas por el Congreso han estado precedidas por un intenso trabajo político.

Alfonso Durazo.
Alfonso Durazo.

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