El PP cierra una legislatura marcada por el enfrentamiento con la oposición

El Congreso de los Diputados celebró ayer el último pleno de la VII legislatura con la votación de los Presupuestos Generales del Estado y su correspondiente Ley de Acompañamiento. Fue un final exento de tensión, pero el PP volvió a quedarse prácticamente aislado. Sólo contó con los votos de Coalición Canaria, aunque suficientes: 182 contra 145. Todos los demás partidos se pronunciaron en contra, incluida Convergència i Unió (CiU), que siempre había apoyado los presupuestos de los populares.

Los portavoces de unos y otros coincidieron en sus intervenciones en reprochar las malas formas con que el PP y el Gobierno de José María Aznar han administrado en estos últimos cuatro años su mayoría absoluta parlamentaria. Les acusaron de haber roto el diálogo y la negociación.

El más duro fue el portavoz de los nacionalistas catalanes, Josep Lluís Sánchez Llibre, quien preguntó al PP cómo piensa restablecer las relaciones con CiU en la próxima legislatura, en caso de que no logre revalidar la mayoría absoluta en las elecciones de marzo, después de que en este mandato se haya dedicado a "dinamitar los puentes" del consenso. "Este Gobierno ha actuado", dijo, "con soberbia, deslealtad, desprecio y venganza".

Aznar no asistió al pleno. El presidente había aprovechado la última sesión de control, celebrada el miércoles de la semana pasada, para despedirse como parlamentario. Tampoco acudió el líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero.

Uno tras otro, con la excepción de CC, los portavoces parlamentarios destacaron la soledad del PP y criticaron que haya aprovechado nuevamente la Ley de Acompañamiento para modificar sin debate muchas leyes.