Mas acusa al Gobierno de izquierdas de destruir la convivencia
Unos 2.500 militantes de CiU arropan en Barcelona al candidato derrotado
Artur Mas acusó ayer al Gobierno de izquierdas, que le ha confinado a la oposición, de intentar destruir una de las más emblemáticas obras de Convergència i Unió (CiU) en estos 23 años: la cohesión y la convivencia de la ciudadanía catalana. "Han obtenido y se han repartido el poder al precio de sembrar la semilla de la discordia", señaló. Y calificó de tomadura de pelo, peligrosos, bestialidad, inadmisibles y burdos los argumentos de la nueva mayoría.
"Comedia estatutaria"
Las acusaciones más graves, no obstante, las lanzó el líder democristiano, quien aseguró que a Mas "le han quitado la corona" y que con Maragall se ha "devaluado el simbolismo de la Generalitat como institución y ya no digamos la figura del presidente". Porque, añadió, que un socialista presida el Gobierno catalán significa "sucursalizar y españolizar la política catalana". Después de la apuesta de ERC por el pacto de izquierdas, Duran Lleida señaló "que ahora más que nunca CiU representa a Cataluña".
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