Clásicos renovados
LA LLEGADA DEL DISCO compacto causó una verdadera revolución dentro del mundo de la música. La calidad de sonido que ofrecía con respecto a anteriores formatos hizo que en poco tiempo desbancara a todos ellos y se conviertiera en el rey absoluto.
Esto hizo que la industria volcara todos sus esfuerzos en abastecer de material este nuevo formato, olvidándose progresivamente de los tradicionales medios de reproducción (ni en las gasolineras de carretera podemos encontrar ya las cintas para el coche).
Ya casi no se fabrican tocadiscos para el mercado de consumo (han de ser profesionales, con el precio que ello supone), y mucha gente va escuchando cada vez menos sus negros long-plays.
Una opción alternativa es pasar los vinilos o cintas de casete a un disco compacto. No tendrán el sonido digital, pero se escucharán igual que si se estuvieran reproduciendo en su formato original.
Existen en la Red un montón de aplicaciones encargadas de realizar esta labor. Basta con tener un tocadiscos o un cassete (que funcione), un cable que una el equipo con el ordenador y un programa que grabe esa música en formato digital para luego poder traspasarlo a un CD.
Por ejemplo, RIP Vinyl es una de ellas. Se trata de una aplicación shareware (registrarla cuesta poco menos de 6 euros) que se dedica solamente a este cometido. Según los parámetros configurados por el usuario, puede reconocer las diferentes canciones del álbum. También puede eliminar algunas impurezas, detecta los espacios en blanco, con lo que permite crear un archivo por cada canción. Es bastante sencillo de utilizar y los resultados no son malos.
De todas formas, casi todos los programas que acompañan a las grabadoras de CD disponen de este tipo de programas, con lo que es conveniente echarles un vistazo.
Si el resultado final trae muchas impurezas, se puede utilizar Wave Repair antes de realizar la grabación al CD. Puede eliminar las impurezas más comunes y los famosos clics de este tipo de grabaciones. Esta utilidad es shareware (su registro cuesta unos 24 euros) y su descarga ocupa exactamente un mega.
Pero, para quien le guste que la música que ahora compra en formato digital sonase como los antiguas casetes o los discos de vinilo. Pues bien, para ellos existe un plug-in (conector) para utilizar con el programa WinAmp -aplicación esta también gratuita- que consigue emular los defectos de sonido que tenían esos formatos (ruido de fondo, pequeños saltos de la aguja...). Para los amantes de las viejas sensaciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.