El bachillerato tecnológico atrae sólo a un 18% del alumnado
Es la puerta a los estudios con más salida en el mercado laboral
Los estudios técnicos no han logrado ganar terreno entre los alumnos vascos que cursan bachillerato. A pesar de que se trata de las especialidades con mayor demanda laboral y de que los empresarios continuamente están haciendo un llamamiento a la formación de los jóvenes en este tipo de estudios, sólo un 18% de alumnos se ha decantado este curso por el bachillerato tecnológico. Se trata de un porcentaje similar al registrado en el curso 1998-1999, cuando se instauró el actual formato de cuatro bachilleratos: científico, tecnológico, artístico y de humanidades.
Desde ese curso, los porcentajes permanecen invariables. Sólo la irrupción del bachillerato artístico (una realidad desde el curso 1999-2000) ha quitado un porcentaje muy pequeño de alumnos a las dos grandes ramas, la de humanidades y la científica.
En concreto, este curso se han matriculado 5.814 alumnos en el bachillerato tecnológico (18%), 12.802 en el de ciencias (41%), 11.606 en el de humanidades (37%) y 1.140 han optado por el artístico. En un vistazo retrospectivo, se puede apreciar que en el curso 1998-1999 el 17% de los estudiantes (7.040) se había matriculado en el bachillerato tecnológico. Aunque los porcentajes son muy parecidos, el número de alumnos difiere notablemente, debido al acusado descenso que sufre la natalidad en Euskadi, que ha pasado una factura directa al sistema educativo.
Los responsables del Departamento de Educación relativizan la baja demanda del bachillerato tecnológico por parte de los estudiantes. Argumentan que algunos alumnos que se decantan por el bachillerato científico escogen también asignaturas propias del tecnológico dentro del paquete de las asignaturas optativas. Es decir, que también estudian materias relacionadas directamente con la especialidad tecnológica.
El director de centros del departamento, Ramón Martínez de Murguía, resalta que "no hay mucha diferencia entre el bachillerato de ciencias y el tecnológico". "Si se suman los alumnos de ambas modalidades", añade, "se alcanza un 61% frente al 37% de humanidades". La formación tecnológica del bachillerato está dirigida fundamentalmente a los ciclos formativos de grado superior de Formación Profesional y a las carreras universitarias de ingeniería. Martínez de Murguía reconoce que "las carreras técnicas son las que más salida tienen en el mercado laboral" y añade que "las humanidades han tenido demasiada importancia". "Un número significativo de alumnos, que no se corresponde con la realidad del mercado laboral, han optado históricamente por esa formación".
Martínez de Murguía incide en el hecho de que Euskadi cuenta con una sociedad muy industrializada y, aunque el sector servicios cobra cada vez más importancia, los estudios de tipo técnico son los que tienen más proyección y futuro.
El hecho de que los alumnos que cursan los bachilleratos de ciencias y tecnológico sumen ya el 61% es un reflejo, según el director de Centros, de que el número de estudiantes se ha ajustado a la realidad de la demanda laboral. "Los alumnos ven la realidad, los trabajos que más se demandan y cuáles tienen más salidas. No quieren estudiar para encontrarse después con problemas de colocación laboral", añade.
Reforzar las ciencias
El departamento cuenta con orientadores en los institutos que asesoran a los estudiantes sobre la formación que pueden seguir y la que más se ajusta a sus características, pero no se sigue una política de "obligar" a los alumnos a elegir las ciencias o la tecnología. "Es una decisión importante en la vida de los estudiantes y sólo la pueden tomar ellos", asegura Martínez de Murguía. Sin embargo, lo que ya ha puesto en marcha el departamento es el reforzamiento del ámbito científico. "Ese es uno de los objetivos del Gobierno, pero sin dejar de lado las humanidades. Se trata de reforzar la enseñanza con conocimientos básicos en física, química y matemáticas", explica el director de Centros.
Sobre las demandas de Confebask de que faltan especialistas en determinadas ramas, razona que el Gobierno sube año tras año los presupuestos educativos a pesar de que cada vez haya menos alumnos debido a la bajada de la natalidad. En los últimos 15 años se ha registrado un descenso del 50% de alumnos en el sistema no universitario. Además, la Formación Profesional sigue ganando terreno y este curso se lleva ya al 47,5% de los alumnos mayores de 16 años, recuerda.
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