El presupuesto de 2003 incluye el pago de seis de los 90 millones del canon por la organización de la regata
El Consorcio Valencia 2007 cerró ayer el presupuesto con cargo al 2003, que incluye el pago de seis de los 90 millones de euros del canon por acoger la competición, una cantidad que fija la ACM e ineludible para la aspirante designada como sede de la regata más prestigiosa y multimillonaria de la vela. Parte de ese dinero irá destinado al diseño del nuevo Alinghi, el velero suizo que derrotó al Team New Zealand en aguas de Auckland (Nueva Zelanda) el pasado marzo.
El consorcio ya ha entablado los primeros contactos con algunos de los equipos participantes, que comenzarán a llegar a Valencia en el verano de 2004. A estas alturas todavía no hay ningún proyecto de barco español que haya anunciado su participación. Sí hay una iniciativa en marcha, la encabezada por el ex campeón olímpico de vela ligera José Luis Doreste, pero aún no ha conseguido el dinero que cubra el presupuesto fijado: entre 40 y 60 millones de euros.
Para Valencia, cumplir los plazos previstos en el contrato es una prioridad, casi una presión. Hay mucho en juego. Según José Salinas, quien más trato ha tenido con los directivos de la ACM, el volumen de las obras que debe acometer la ciudad es similar al que debió afrontar Auckland. "Aquello era un páramo", asegura Salinas. El aspecto del puerto va a cambiar por completo. La repercusión que tiene la regata en países como Estados Unidos o Nueva Zelanda supone una presión añadida para los impulsores de la candidatura valenciana. El consorcio se reunirá, a partir de ahora, una vez al mes, según Salinas, que mantiene contacto periódico con los responsables de la ACM, conscientes de que Europa, y sobre todo España, afronta un reto mayúsculo: hace 152 años que la fórmula 1 de la vela no se disputa en aguas europeas. De ahí que la compañía suiza hilara muy fino a la hora de designar la sede de la regata en 2007. De nada le sirvió a Nápoles que la madre de Ernesto Bertarelli, el multimillonario suizo patrocinador del Alinghi, fuera napolitana. Tampoco jugó a favor de Marsella su proximidad a Ginebra. Ni a Lisboa el atractivo entorno de su puerto o su experiencia en la organización de regatas internacionales. Ganó Valencia porque ofreció, para los suizos, las mejores condiciones, tanto en infraestructuras como meteorológicas, aspectos que supo vender Salinas.
Por otro lado, la licitación de las obras en derredor del puerto corresponderá tanto al consorcio como a las Administraciones implicadas, aunque, según matizó Salinas, este último caso será el más habitual y siempre bajo la supervisión del plan general que tiene que realizar el consorcio.
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