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Colm Tóibín se acerca a la intimidad homosexual de creadores célebres

Elisa Silió

Contaba ayer el escritor irlandés Colm Tóibín que cuando era joven no veía nada cuando se miraba al espejo. Comenzó a observar su reflejo cuando aceptó su homosexualidad gracias, en parte, a la literatura de autores que entre líneas hablaban de sus experiencias sexuales. A ellos dedica El amor en tiempos oscuros (Taurus), libro en el que analiza cómo aceptaron su identidad sexual y como ésta ha influido en su producción artística. Por sus páginas pasan autores como Oscar Wilde, Thomas Mann y Elizabeth Bishop, el cineasta Pedro Almodóvar o el pintor Francis Bacon.

La librería gay Berkana, de Madrid, que cumple ahora 10 años, fue el lugar elegido ayer para presentar El amor en tiempos oscuros. A Tóibín, que habla un fluido castellano, le arropaban el escritor Luis Antonio de Villena y Pedro Zerolo, concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid y conocido activista en favor de los derechos de los homosexuales. "Éste es un libro sobre figuras gays para quienes, mayoritariamente, ser gay parece relegado a un segundo plano en sus vidas públicas. Pero en sus vidas privadas, en su propia alma, las leyes del deseo lo cambiaron todo", escribe en su libro.

"Cuando en los años setenta leí a Thomas Mann no pensé que lo que contaba era autobiográfico. Y ahora sé que por la noche escribía en sus diarios sobre su actividad erótica secreta; y Elizabeth Bishop le dedicaba poemas a su amante. Ambos no reconocieron su inclinación sexual, pero tampoco destruyeron lo que escribieron. Incluso Mann pidió que se publicaran sus diarios a los 20 años de su muerte", relató Tóibín, que quedó finalista en 1999 del Premio Booker con El faro de Blackwater.

El escritor sostiene que la sensibilidad homosexual empezó siendo una lucha privada y con el tiempo ésta comenzó a filtrarse en sus creaciones "de una forma extraña y reveladora". "En su obra buscaban escribir en clave , y aún se las arreglaban para revelar su verdad en la ficción", continuó Tóibín, que reflexiona sobre los avances homosexuales desde la época intolerante de Oscar Wilde a los tiempos menos oscuros de Pedro Almodóvar.

Tóibín huye del homosexual estereotipado, "el adjetivo que pones a uno tiene su opuesto en otro". Admira a los personajes gays valientes y reivindicativos y muestra su fascinación por la tragedia y la tristeza, pero también resalta la cara divertida. "Francis Bacon viajaba, bebía champán y tenía muchos amantes", recuerda. Sus alabanzas mayores fueron para el poeta inglés Thom Gunn, del que reconoció que el leer sus poemas de amor dedicados a un hombre "fue como la anunciación del ángel de que Jesús iba a nacer".

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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