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Encierro de 25 dirigentes sindicales del Hospital de Bellvitge por el cobro de festivos

La totalidad de la junta de personal del Hospital Universitario de Bellvitge, formada por 25 dirigentes sindicales del centro sanitario en representación de SATSE, CC OO, UGT, CGT, USOC y SAE, se encerraron ayer al mediodía en el despacho del jefe de personal del centro para reivindicar el mantenimiento del actual sistema retributivo durante los días festivos.

Si bien el sistema actual establecía el pago de incentivos para los trabajadores voluntarios del centro los festivos y noches de festivos, la dirección del hospital, dependiente del Instituto Catalán de la Salud (ICS) del Departamento de Sanidad, establece ahora un sistema de incentivos sólo para la vigilia de festivo.

Los representantes de la junta de personal del centro critican que este cambio se haya llevado a cabo de forma unilateral y sin consultar previamente a los sindicatos, mientras que el ICS justifica el hecho de que este cambio en el sistema de cobro es el que se aplica ya en el resto de hospitales catalanes dependientes de la Generalitat.

Los problemas del calendario laboral llevaron ayer a los representantes sindicales a tomarse la justicia por su mano y a encerrarse en el despacho del propio jefe de personal del centro, Xavier Saballs, para forzar una negociación al respecto. Sin embargo, éste se mostraba implacable: "Estamos abiertos a negociar pero no aquí dentro y en estas condiciones", dijo.

Pactar en cada hospital

Pese al encierro de protesta, la puerta del despacho se mantuvo en todo momento abierta y fueron numerosos los trabajadores del centro que se acercaron al despacho para dar su apoyo a los representantes sindicales. Rafel Miret, secretario general de la sección sindical de UGT en la junta de personal del Hospital de Bellvitge, asegura que si bien otros centros hospitalarios ya aplican el nuevo sistema de cobro de festivos, estos cambios "se han de pactar con la junta de personal de cada hospital".

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El encierro se convirtió al final en una plataforma de reivindicación para los sindicatos, que aprovecharon para sacar a la luz otras reivindicaciones históricas como la inseguridad en el centro y los sistemas de contratación por horas que "hacen aumentar la precariedad laboral". En el Hospital de Bellvitge trabajan unas 3.500 personas entre facultativos y empleados del centro.

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