Los Presupuestos vuelven a poner a prueba la minoría del Gobierno vasco
El viernes se debaten las enmiendas de devolución de PP, PSE y Batasuna
El proyecto de Presupuestos del Gobierno vasco para 2004 tiene el viernes su primera cita relevante, el debate de las enmiendas de totalidad. Aunque supere las presentadas por el PP, PSE y Batasuna, lo tendrá más difícil en la votación global, el día 29. Sin embargo, el error de Mayor Oreja, que permitió a Ibarretxe sacar adelante las cuentas de 2003, quita en esta ocasión dramatismo a la posibilidad de una nueva prórroga presupuestaria.
El trámite presupuestario ha sido en esta legislatura uno de los principales quebraderos de cabeza del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Ha puesto en evidencia que su Gobierno tripartito (PNV, EA e IU) se encuentra en minoría en el Parlamento vasco: suma 36 votos frente a los 39 de PP, EE y Sozialista Abertzaleak (antigua Batasuna).
Ibarretxe inició esta legislatura con la prórroga de los presupuestos de 2000, que pactó con Batasuna cuando la tregua de ETA estaba ya oficialmete rota. Las cuentas de 2002 salieron tras una accidentada tramitación en la que Batasuna sólo permitió aprobar el 67% del gasto, y fueron posteriormente cuestionadas por el Tribunal Constitucional. Cuando el pasado diciembre el Ejecutivo vasco se encontrabasin apoyos suficientes y con la resolución del Constitucional pendiente, se produjo el inoportuno retraso de Jaime Mayor Oreja: Al llegar tarde a la votaciones facilitó al Gobierno la mayoría que no tenía -36 votos contra 35- y, sobre todo, el instrumento económico sin el cual no hubiera podido llegar hasta el final de la legislatura. Cuando el 16 de enero, el Constitucional estableció que las cuentas de 2002 eran inválidas por vulnerar los principios de unidad y universalidad,ya se disponía de nuevos prespuestos aprobados.
El debate de las enmiendas a la totalidad del próximo viernes, en el que toda la oposición pide la devolución de un proyecto que suma 6.661,6 millones de euros (7.135,2 millones, incluidos los organismos autónomos, entes y sociedades públicas), es más que probable que el Ejecutivo logre pasarlo sin apuros. La Mesa de la Cámara, con mayoría de nacionalistas e IU, instauró en 2002, para los presupuestos de 2003 y en medio de gran polémica, que las enmiendas de totalidad se voten por separado. Así conjuran el riesgo de que los presupuestos sean rechazados al votarse conjuntamente la devolución al Gobierno, como se hacía hasta entonces. Ahora precisaría que socialistas y populares votaran la enmienda de Batasuna o viceversa, hipótesis nada probable.
Los problemas vendrán después. Tras el debate en comisión de las 628 enmiendas parciales del PP, las 91 de SA, 15 de IU y 2 de los nacionalistas del PNV y EA, a finales de mes se producirá la votación definitiva en el pleno del dictamen con todas las partes del Presupuesto enmendadas. Y es probable, que ante el riesgo de que salgan unas cuentas fragmentadas como en 2002, por el voto selectivo de Batasuna a unos departamentos y no a otros, el Gobierno opte por la prórroga.
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