Castro califica de "idiotas" y "bandidos" a Powell y Rice

La respuesta de Fidel Castro a la primera reunión de la llamada Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, creada en octubre por el presidente estadounidense, George W. Bush, no se hizo esperar. Castro llamó "idiotas" y "bandidos" a sus integrantes, entre quienes se encuentran el secretario de Estado, Colin Powell; la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, y el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, y les aconsejó que en vez de perder el tiempo se dediquen "a tomar wiski o a fumar marihuana".

Castro hizo estas declaraciones en Cárdenas, pueblo natal del famoso niño balsero Elián González, que el viernes pasado cumplió 10 años de edad. Fidel Castro participó en una masiva fiesta de cumpleaños celebrada en su escuela y allí, rodeado de niños y de profesores, pronunció un discurso de más de dos horas de duración en el que arremetió contra Estados Unidos y contra la Unión Europea.

La revolución sobrevivirá

El presidente cubano aseguró que la citada comisión, que se reunió el viernes por primera vez, es una muestra de la impotencia de la Administración norteamericana por no haber logrado acabar en 44 años con la revolución cubana y advirtió que ésta le sobreviviría. "Están calculando los segundos de vida que a mí me queden, pero se equivocan", afirmó, "esta revolución no depende de un individuo, ni de dos, ni de tres". En tono de broma, pero en serio, el líder comunista afirmó que ha tenido "el privilegio de vivir un número de años a pesar de los cientos de planes de asesinato", mientras que ellos "han tenido la desgracia de que aparentemente tengan genes de longevidad".

Ante el público infantil, el presidente cubano criticó también a la Unión Europea por su política de condicionar la ayuda humanitaria y de cooperación con la isla, convirtiéndola, a su juicio, en un instrumento de propaganda. Según Castro, dicha ayuda es una "hipocresía" y "una desvergonzada mentira", algo "con carácter de limosna".

"Les confieso que, en general, las llamadas ayudas humanitarias con las que ellos tratan de lavar sus sucias conciencias de los siglos de saqueo del mundo nosotros las recibíamos por educación y por cortesía". El mandatario cubano reiteró su rechazo a estas ayudas y afirmó que su país nunca ha necesitado de "esas cifras miserables" para desarrollar las obras sociales de la revolución.