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Los 132 trabajadores de Pickman-La Cartuja vuelven el martes a sus puestos de trabajo

Emilio Portes llega a un acuerdo con el Gobierno para reabrir la fábrica de loza

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Los 132 trabajadores de la empresa de loza Pickman-La Cartuja volverán el próximo martes a sus puestos de trabajo tras algo más de diez meses de conflicto e inactividad. La reapertura ha sido posible gracias a un acuerdo entre el Gobierno, que permite el uso de las instalaciones, y el nuevo empresario de la fábrica, Emilio Portes Fernández. Los representantes del comité de empresa de la factoría y de los sindicatos UGT y CC OO dijeron haber visto colmadas sus reivindicaciones de conservar la plantilla, las condiciones laborales y la marca comercial.

Quedan por aclarar varios "flecos", según explicó el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan Ignacio Zoido. Entre los asuntos pendientes figura uno que fue detonante de la crisis de la empresa: su deuda, de unos ocho millones de euros, con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria.

El convenio suscrito ayer permite, por tanto, el uso de las instalaciones y de la maquinaria de la factoría de loza, embargada por anteriores propietarios, y de la marca La Cartuja, en manos de la Seguridad Social, entidad a la que los antiguos empresarios adeudan unos cinco millones de euros.

El empresario Emilio Portes mostró su satisfacción por haber encontrado "especialmente ilusionados" a los trabajadores con la reactivación de la empresa, mientras que Zoido agradeció a los sindicatos, al comité de empresa y a la Junta de Andalucía su colaboración leal.

Préstamo

La Consejería de Empleo firmó el pasado lunes con Portes un convenio para la concesión a Pickman-La Cartuja de un préstamo participativo de 1,013 millones de euros para que el empresario desarrolle un plan de viabilidad que prevé la reanudación inmediata de la actividad de la fábrica y hacerla rentable en 2005.

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La concesión de dicho préstamo estaba condicionada a que se materializara la compra de Pickman, a que se mantuviera la actividad y la marca en la provincia de Sevilla y a que se mantuviera la plantilla de 132 trabajadores.

El conflicto de la firma se remonta a principios del pasado febrero cuando Rumasa, perteneciente a Patrimonio del Estado, ejecutó la garantía hipotecaria que tenía sobre los terrenos de la fábrica de loza, lo que llevó a Ruiz de Alda, su último gestor, a despedir a todos los trabajadores con el argumento de un cambio de titularidad en la empresa.

Sobre la marca, embargada por la Seguridad Social por la deuda con esta entidad, fuentes sindicales recordaron que ya se efectuó una quita importante en la deuda que el anterior propietario mantenía, concretamente del 97%.

Los sindicatos se mostraron confiados en que la Administración central actúe en el mismo sentido, con otra quita de deuda o, en todo caso, con un aplazamiento de la misma, tanto en la Seguridad Social como en la Agencia Tributaria.

El representante de CC OO de Sevilla Juan Antonio Florido añadió que la firma del acuerdo de ayer supone el cierre del ciclo "triste" de La Cartuja y apuntó que, con los términos del pacto para la reapertura, se han cumplido todas sus reivindicaciones en cuanto a mantenimiento de empleo y de los derechos laborales.

El dirigente de UGT, Ramón Uribe, indicó por su parte que Portes es el empresario que necesitaba La Cartuja, señalando que con él podrán mantenerse unas relaciones fluidas, lo que "va a permitir un futuro largo".

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