Bruselas propone fuertes recortes en la pesca de especies clave para la flota española
Los barcos que capturan merluza o cigala en aguas ibéricas sólo faenarán 13 días al mes
La Comisión Europea presentó ayer una drástica propuesta de reducción de cuotas pesqueras para 2004, que incluye reducir a la mitad las capturas de merluza en las aguas de la península Ibérica y hasta el 80% las de cigala en la cornisa cantábrica. Además, Bruselas quiere limitar a 13 días al mes el tiempo que pueden faenar los barcos que pescan merluza, cigala o rape en aguas atlánticas de la Península, lo que supondría reducir un 40% los días en el mar respecto a las jornadas habituales (21 días al mes). Tanto el Gobierno español como el sector rechazan la propuesta.
Bruselas basa su plan en datos científicos y razones medioambientales, discutidos por el Gobierno español, para tratar de imponer reducciones de capturas, rebajas en los días de actividad pesquera y mayores controles sobre el cumplimiento de cuotas asignadas. Las restricciones para hacerse a la mar afectarán, según la propuesta de Bruselas, a los barcos con más de 10 metros de eslora o que capturen al menos un 5% de merluza (especie prioritaria para la flota española).
Además, la Comisión quiere llevar a cabo una fuerte limitación del esfuerzo pesquero. Por ello, propone recortes en los cupos de capturas que, para los intereses españoles, son del 6% en la merluza en el Gran Sol y el golfo de Vizcaya, del 48,8% en la merluza en aguas del sur, del 66% en las anchoas también en el golfo y del 80% de la cigala en la cornisa cantábrica. En gallo, reduce un 55,8% las cuotas en aguas ibéricas y reduce un 14,36% la cantidad correspondiente al golfo de Vizcaya y a las aguas del norte; en lenguado hay un recorte del 20%.
Bruselas subraya que sus propuestas son más transigentes que las planteadas por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en sus siglas en inglés), uno de los centros que sirven de inspiración a Bruselas para elaborar sus políticas. El ICES pide simple y llanamente el veto a la pesca, entre otras, de especies como la merluza o la cigala en los caladeros vecinos a la Península.
Rechazo español
"No compartimos las propuesta de la Comisión", dijo el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete. "Sobre la merluza del norte los datos científicos avalan un tratamiento más positivo" y, aunque la situación es "distinta" y más delicada en las aguas vecinas a la península Ibérica para merluza y cigala, el tratamiento no debe ser tan de choque como quiere Bruselas. "Somos conscientes de la situación, pero hay que subir [las cuotas]", apuntó el ministro.
Armadores y organizaciones pesqueras españoles coincidieron en asegurar que el sector pesquero "no podrá asumir" el recorte del 48,8% de la cuota de merluza en aguas de la península Ibérica y advierten de que, de cumplirse, "llevará a mucha gente al paro".
La propuesta de Bruselas se debatirá en el Consejo de Pesca previsto entre los próximos días 17 y 19. "El debate será complejo y no habrá resultado en los primeros días", advirtió Arias Cañete, que adelantó su intención de buscar alianzas. Portugal, Francia e Irlanda son posibles aliados para lograr reformas en los planes, junto a otros países que podrían prestar apoyo a cambio del voto español para sus intereses en otras aguas.
Bruselas recuerda que el año pasado el ICES recomendó una moratoria para el bacalao y que el Consejo de Pesca, a propuesta de la Comisión, aceptó finalmente una reducción en las capturas que hizo posible que la mortalidad de esa especie disminuyera un 65%. Según Bruselas, "este año los científicos dicen que muchas pesquerías en el sur se encuentran en situación muy difícil".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.