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Bruselas cree que la decisión reconoce el peso de una UE unida

La Comisión Europea recibió ayer con satisfacción la retirada de Estados Unidos de una inminente guerra comercial por el acero y por boca del comisario de Comercio, Pascal Lamy, hizo una inmediata lectura política de todo el episodio: Europa, cuando está unida, puede hacer valer todo su peso en la escena internacional. Lamy también anunció que la UE no aplicará las represalias que iba a adoptar contra Estados Unidos.

El comisario habló al poco de que la Casa Blanca anunciara la suspensión de los aranceles aprobados en marzo del año pasado para gravar las importaciones de acero desde la UE y otros notables países productores. Las nuevas cargas, que en algunos casos llegaron hasta el 30%, fueron consideradas desde el primer momento ilegales por Bruselas, que buscó el amparo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y preparó una lista de productos de procedencia estadounidense a los que gravar para resarcirse de los 2.242 millones de dólares de pérdidas que le suponía la decisión de de George Bush.

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Renuncia

La renuncia norteamericana al proteccionismo sobre el acero ha evitado la entrada en vigor de las represalias y una guerra comercial entre ambos lados del Atlántico. En conjunto, "es una buena noticia para la industria siderúrgica europea, para sus trabajadores y, por lo tanto para Europa", dijo ayer Lamy. El comisario dijo haber extraído dos lecciones del contencioso: "Primera. Que Europa, si está unida, puede hacer valer su peso y defender sus intereses como corresponde a la UE. Segunda. Que la OMC tiene un sistema de reglas y mecanismos para hacer respetar las reglas aun contra un elefante como Estados Unidos".

Lamy presentó el caso como un ejemplo de para qué sirve la Unión: "Para salvar 2.000 millones en exportaciones". Bruselas calcula que los aranceles norteamericanos le han costado a la UE en torno al 15% de esos 2.000 millones. Al anuncio de Washington de que seguirá vigilando las importaciones respondió Lamy que "nosotros vigilaremos su vigilancia".

También el ministro de Economía alemán, Wolfgang Clement, celebró la decidión de Washington. En su opinión, es una muestra de la voluntad estadounidense de regresar a la competencia y a la política de mercados abiertos.

Por su parte, las siderúrgicas españolas destacaron que las exportaciones hacia EE UU volverán a los niveles de 2000: 617.210 toneladas.

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