Höfer busca en sus interiores "el movimiento en el tiempo"
La fotógrafa alemana expone sus series sobre Venecia y Nueva York
La artista alemana Candida Höfer (Eberswalde, 1944) busca "el movimiento en el tiempo" en sus fotografías de espacios culturales y monumentales. La galería Fúcares, de Madrid (www.fucares.com; Conde de Xiquena, 12; hasta el 3 de enero), presenta 19 imágenes en color, de gran formato y de los últimos años, con la serie más reciente sobre Venecia, con sus bibliotecas, palacios y una antigua fábrica de tejidos, y de Nueva York.
En otras ocasiones ha expuesto sus trabajos en España, donde aparecen palacios de Patrimonio Nacional, Biblioteca Nacional, Arqueológico Nacional, Reina Sofía y Banco de España. Candida Höfer ha recorrido otros lugares durante su breve estancia en Madrid, como la Escuela de Minas y la Biblioteca Regional. "Hace dos años fotografié espacios diversos, modernos y antiguos, porque me interesaba representar la cultura española y establecer diferencias con otros escenarios. Son culturas con mucha fuerza y recargadas, como el palacio Real, o las diferentes etapas de su construcción, como el Banco de España. En los sitios antiguos me interesan los cambios y que la fotografía contemporánea registre el movimiento en el tiempo, que se vea el paso del tiempo", declara.
Höfer forma parte de un grupo de artistas, como Gursky, Thomas Ruff, Hütte, Günther Förg, Jeff Wall, que en los años noventa ha roto los esquemas de la fotografía con un formalismo técnico y frialdad estética.
Venecia aparece en la exposición de Madrid (con precios entre 18.000 y 24.000 euros) junto a otras series realizadas en Dresde, Hamburgo y Nueva York, con predominio de lugares de trabajo y de conocimiento (bibliotecas, fábricas, escenarios de teatro, museos) sin presencia humana.
"En las imágenes expuestas hay una tensión y una oposición entre ellas. Cuando hago la fotografía suelo tener poco tiempo y el proceso de la percepción viene con el revelado, que es cuando saco el contexto de la imagen. En muchas ocasiones no escojo los lugares que tienen una gran importancia. Lo que me interesa es que la estética sea apropiada, que tenga buen color y luz, ya que siempre trabajo con luz natural sin manipulaciones posteriores". Höfer declara que en cada escenario tiene una percepción diferente, pero el carácter del espacio se logra con la iluminación y las formas, que crean "un ambiente, una situación especial, que toca el alma del artista", aunque se trate de espacios banales. "La sensación del artista no es la misma que la del espectador. Es el riesgo del artista. La presencia abstracta es a veces más fuerte que la real, y por eso no aparecen personas en las imágenes, aunque no es una regla absoluta. A veces escojo el momento de no molestar a la gente, al buscar que los colores unifiquen el espacio y crear lo inverso, como destruir lo barroco".
Con una cámara Hasselblad y un trípode, Höfer saca fotos de escenarios sin cambiar objetos e iluminación. Aunque piensa que el futuro es digital, la fotógrafa dedica más tiempo al laboratorio que al encuadre.
Babelia
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