Guadalajara, contra la impunidad
Una de las iniciativas nuevas de esta edición ha sido la de abrir las puertas de la FIL al grave problema de la impunidad. El desafío de la impunidad en el siglo XXI es así una invitación a denunciar esa lacra que permite que tantos que han cometido graves delitos contra la humanidad sigan viviendo sin problema alguno. Los protagonistas que intervinieron en esta propuesta, que se celebró el lunes, fueron Baltasar Garzón y Carlos Castresana, que habían sido investidos doctores honoris causa por la Universidad de Guadalajara esa misma mañana, y Adolfo Aguilar Zinder (embajador de México ante la ONU), cuyas intervenciones fueron moderadas por Tonatiuh Bravo Padilla.
La distinción universitaria les fue concedida a Baltasar Garzón, juez de la Audiencia Nacional, y a Carlos Castresana, fiscal de la Fiscalía Especial para la Represión de los Delitos Económicos relacionados con la Corrupción (Ferdec), por el carácter universal del trabajo que han realizado en contra de la corrupción. José Trinidad López, rector de la Universidad de Guadalajara, señaló el lunes en un paraninfo abarrotado que este reconocimiento es un "testimonio de la admiración y el respeto que los universitarios tenemos hacia los ciudadanos que han mostrado ser portadores y defensores de valores éticos universales".
Los problemas
En su discurso de agradecimiento, Castresana reconoció que la distinción no premia su dedicación a la actividad académica, sino a "la práctica profesional de la procuración de justicia", y analizó los graves problemas a los que se enfrentan las democracias. Y enumeró: violencia política, delincuencia organizada, corrupción, violencia de género, la explotación de menores y todos los conflictos asociados a las migraciones. Se detuvo, sobre todo, en el preocupante crecimiento de la violencia de género en los últimos tiempos. "La violencia contra las mujeres es hoy un fenómeno visible. El acceso de las mujeres a cargos políticos, a puestos de responsabilidad en los medios de comunicación, ha permitido fijar la atención de la opinión pública mundial sobre un problema que a pesar de su gravedad apenas era tomado hasta hace poco en consideración".
Garzón se refirió en su discurso a una "sensibilidad de fondo, no epidérmica" de la sociedad respecto a los casos de corrupción, y a las iniciativas realizadas en los últimos 50 años en la búsqueda de una humanidad nueva, regenerada y libre de los estigmas dictatoriales. También habló de su decisión de ocuparse del caso de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y dijo que pedirá al Parlamento Europeo un pronunciamiento para que el Gobierno de México aclare la muerte de más de 300 mujeres en esa ciudad.
Babelia
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