Textil y calzado arrastran la caída de las exportaciones alicantinas al 10%

La tendencia de las exportaciones de empresas alicantinas ha dado un vuelco preocupante para la balanza de pagos. Tras muchos años de crecimiento en las ventas al exterior, 2003 será un pésimo ejercicio para el comercio exterior alicantino. Las ventas globales cayeron en el primer semestre un 10% empujadas por descensos acuciados en los sectores del calzado y el textil. La Cámara de Comercio de Alicante, que ha puesto en marcha un plan para incentivar el comercio exterior, pidió ayer a los exportadores que busquen aliados estratégicos para cambiar la tendencia.

Riera lamenta la concentración y ausencia de marcas propias

Sin alarmismo pero con preocupación, la Cámara de Comercio de Alicante ofreció ayer los resultados de las exportaciones alicantinas correspondientes al primer semestre de 2003. Las ventas al exterior descendieron durante ese periodo cerca de un 10% con respecto a 2002. El calzado y el textil han sido los sectores más afectados, los que han liderado la caída global de las ventas foráneas. Ese descenso no se ha compensado con el moderado crecimiento en las exportaciones de productos agrícolas y alimentos, según aseguró el responsable de Comercio Exterior de la Cámara de Alicante, Juan Bautista Riera.

Antes estos datos, el dirigente empresarial explicó ayer que la institución cameral ha decidido incrementar en un 55% las acciones de promoción exterior y desarrollar un total de 31 actuaciones, con una inversión de 600.000 euros, durante el próximo año. En rueda de prensa, Riera explicó que la provincia de Alicante ha descendido un puesto en la relación de provincias exportadoras y se ha situado en la undécima posición durante el primer semestre de 2003.

Riera achacó este descenso de exportaciones a tres motivos principales: la apreciación del euro respecto al dólar, la incertidumbre generada por el conflicto armado en Irak y la incidencia de los reajustes salariales de la inflación en España. Luego estableció un diagnóstico del comercio exterior alicantino, del que resaltó un puñado de "puntos débiles". Entre otros destacó la "excesiva especialización, la concentración en pocos sectores, la falta de productos con una fuerte demanda y la ausencia de marcas propias de referencia reconocidas internacionalmente".

Según Riera, las empresas exportadoras alicantinas carecen de alianzas estratégicas, sobre todo en comercialización y cooperación.

Entre los puntos fuertes, Riera destacó la creatividad, calidad y el diseño; la experiencia y la "extraordinaria" capacitación de adaptación al mercado de las empresas alicantinas.

El dirigente cameral confió en que el año finalice con un descenso máximo del 7% en el total de las exportaciones. Francia sigue siendo el principal cliente de los empresarios alicantinos, seguido de Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Portugal e Italia.

Los problemas detectados por la Cámara de Alicante se extienden al conjunto de las empresas exportadoras de la Comunidad Valenciana. Según datos de Aduanas, las exportaciones desde Alicante a lo largo de los seis primeros meses de 2003 se caracterizan por un mayor número de operaciones en el que se ha trasladado un volumen de carga mayor que, sin embargo, se han traducido en una caída global de los ingresos cercana al 7% en relación con el mismo periodo del año anterior.

El problema no es tan grave en las provincias de Valencia y Castellón, cuyos indicadores arrojan otro perfil. Las ventas al exterior del conjunto de sectores en Castellón han reducido el volumen total de carga en los seis primeros meses de 2003 respecto al mismo periodo del año anterior y, en paralelo, han reducido ligeramente el valor total de las ventas.

Las exportaciones desde Valencia, sin embargo, han arrojado un ligero aumento de los ingresos efectivos en los seis primeros meses de 2003, apenas medio punto más que en el mismo periodo del año anterior, a pesar de que la carga total se ha reducido por encima del 2,5%.

En todos los casos, crece el número de pedidos, un índice que pone de relieve la prudencia de los compradores para evitar acumular mercancías.