_
_
_
_

Turquía declara la guerra al integrismo tras la ola de atentados

Dos de los terroristas suicidas proceden de grupos que combatieron a la guerrilla kurda

Juan Carlos Sanz

Dos de los cuatro terroristas suicidas que sembraron de cadáveres dos sinagogas, el Consulado británico y un banco internacional de Estambul eran originarios de Bingol, un feudo del islamismo más fanático en el corazón del Kurdistán turco. Después de comprobar su identidad con análisis de ADN, la policía turca se ha encontrado con viejos conocidos: militantes del grupo integrista suní Hezbolá (sin relación con los chiíes libaneses del mismo nombre).

Más información
Siria entrega 22 sospechosos de los ataques de Estambul al Gobierno turco

El Hezbolá turco alcanzó notoriedad, durante los años ochenta y noventa del siglo XX, por su encarnizada lucha en el sureste de Anatolia contra el movimiento independentista kurdo, al que acusaba de "impío", y por la impunidad de sus acciones, supuestamente coordinadas por los servicios secretos de Ankara y oficialmente ignoradas por jueces y policías. Los atentados del 15 y el 20 de noviembre, que se cobraron 55 vidas y más de 750 heridos, han devuelto un macabro protagonismo a un grupúsculo que se creía ya desmantelado. Como reconoce el experto turco Yuksel Soylemez en el semanario Probe, "Turquía es un territorio fértil para una miríada de tarikats que predican que el paraíso espera tras un ataque suicida".

La policía ha detenido a decenas de integristas islámicos en las últimas dos semanas en relación con los ataques terroristas. Al menos 21 de ellos han sido formalmente acusados de haber participado en los atentados. El principal sospechoso de ser el cerebro de la explosión que destruyó la sinagoga de Beth Israel no ha sido identificado por las autoridades, pero los medios de comunicación han facilitado el nombre de Yusuf Polat. Fue capturado el pasado martes en un puesto fronterizo cuando intentaba huir a Irán con documentos falsos, según France Presse.

Del mismo modo que, gracias a la CIA, brigadistas islámicos como Osama Bin Laden recibieron instrucción militar junto con los muyahidin afganos para luchar contra las fuerzas de ocupación soviética, la Organización Nacional de Inteligencia (MIT) turca, según recientes informaciones de la prensa turca, estuvo detrás de operaciones de guerra sucia contra miles de separatistas vinculados a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Tras el golpe militar de 1980, el régimen turco dio alas a los movimientos radicales islamistas, en un intento de frenar la expansión del independentismo entre los más de 12 millones de kurdos. Desde que, en 1984, el PKK se alzó en armas contra el poder central de Ankara hasta la detención del líder de la guerrilla kurda, Abdalá Ocalan, en 1999, más de 30.000 personas murieron en Turquía en una guerra civil no declarada.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Para los investigadores turcos, el jordano Abu Mussab al Zarkaui ha sido el cerebro de los ataques en Estambul. El diario turco Hurriyet asegura que este comandante de Al Qaeda es también el actual jefe de Hezbolá en el sureste de Anatolia, así como de la organización integrista Bayyat el Imam (Unión de los Clérigos). Estados Unidos ha puesto a su cabeza un precio de cinco millones de dólares.

La biografía de los kamikazes que sembraron el terror en Estambul está marcada por su paso por las milicias islámicas que combatieron en Chechenia o Bosnia, auténticas "brigadas internacionales" del integrismo que representan el núcleo original de la nebulosa de Al Qaeda. Una red que ha extendido sus ataques desde Bali hasta Estambul. La policía turca se ha incautado de dos decenas de ordenadores en un cibercafé de Bingol dirigido por familiares de Azad Ekinci, uno de los suicidas, que pudieron ser utilizados por los terroristas.

Un policía turco vigila los trabajos de desescombro del Consulado británico tras el atentado del pasado día 20.
Un policía turco vigila los trabajos de desescombro del Consulado británico tras el atentado del pasado día 20.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_