Francia y EE UU buscan un pacto en el 'caso Executive Life'
La suerte de dos empresarios retrasa el acuerdo extrajudicial
El Gobierno de París y la justicia de California se han dado de plazo hasta esta noche para saldar las cuentas de Executive Life, la aseguradora norteamericana comprada en condiciones presuntamente ilegales por el banco francés Crédit Lyonnais en 1991. París está dispuesto a un pacto extrajudicial, pero éste se retrasa para intentar incluir al empresario François Pinault y al ex presidente del Lyonnais Jean Peyrelevade.
En septiembre pasado, el Gobierno de París aceptaba el pago de 585 millones de dólares (más de 495 millones de euros) para cubrir la responsabilidad del Estado por los actos de un banco actualmente privatizado que, hace 12 años, pertenecía al sector público. El pacto, propuesto por la fiscalía californiana, evitaba ahondar en el escándalo y alejaba el peligro de que el Lyonnais se viera sancionado con la pérdida de la ficha bancaria en Estados Unidos, en el momento en que acaba de ser absorbido por el Crédit Agricole.
Lo sucedido es uno de los flecos de la escandalosa gestión del Lyonnais en los primeros años de la década de los noventa. Executive Life, que tenía 340.000 asegurados, estaba al borde de la quiebra tras haber colocado mucho dinero en bonos basura. Las autoridades californianas de la época buscaron apoyos para tranquilizar a los asegurados y los encontraron en Altus, la filial del Crédit Lyonnais dedicada a los negocios de alto riesgo. La compra se hizo sin respeto a la ley norteamericana, que impedía a un banco tomar el control de más del 25% de una aseguradora.
Cuando Jean Peyrelevade se hizo cargo de la presidencia del Lyonnais, en el año 1993, fue informado de la ilegalidad de la compra, según sostiene la fiscalía californiana. El interesado lo niega y, por lo tanto, se niega a reconocer culpabilidad personal alguna relacionada con esta operación.
La otra dificultad afecta al empresario François Pinault, figura clave del sector del lujo. Él compró Executive Life al Crédit Lyonnais -oficialmente, en 1995-, a través de su holding Artemis, en una operación tirada de precio y financiada por el banco.
Grandes plusvalías
Gracias a la bajada de tipos de interés y a la recuperación económica de la segunda mitad de los noventa, el grupo de Pinault logró grandes plusvalías con la cartera inicialmente devaluada de la compañía de seguros. La fiscalía californiana quiere procesar a Pinault por estos hechos.
En septiembre pasado, el Gobierno francés dio su visto bueno al pago de 585 millones de dólares (495 millones de euros) para saldar el conflicto, 100 millones a costa del Lyonnais y el resto con cargo a los contribuyentes franceses. Sin embargo, François Pinault ha exigido que el pacto sea global. La fiscalía norteamericana pide al grupo de Pinault que pague 185 millones de dólares (unos 155 millones de euros) y aporte, además, su participación en Executive Life (actualmente denominada Aurora) de cara a otras reclamaciones civiles, que no quedan cubiertas por el proyecto de acuerdo.
El saldo de las cuentas con el pasado puede afectar también al banco fusionado Crédit Agricole-Crédit Lyonnais. El hombre que presidía este último, Jean Peyrelevade, dimitió de su cargo antes de lo previsto en la fusión, al obtenerse la evidencia de que no iba a librarse de la persecución judicial norteamericana. El diario Le Monde cree saber que la dirección del Crédit Agricole no contaba con la dificultad provocada por el pleito en California cuando pactó las condiciones de absorción del Lyonnais, una operación que convierte a la entidad financiera fusionada en la sexta del mundo por fondos propios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.