Baile de líderes

Nadie da un golpe de autoridad en una Liga que va alternando de líder cada jornada.Muestra evidente de que no hay un equipo que saque pecho en un tramo largo del campeonato. Flaquea el Madrid, aunque la tradicional tunda que recibe en El Sadar fue disimulada esta vez por el instinto depredador de Ronaldo (10 tantos); flaquea el Valencia, que gana en Mestalla al Zaragoza, pero llega al final del encuentro con poquísima fuerza; y flaquea aún más el Deportivo que sucumbió a la expulsión de Mauro Silva y a la semana de gloria del Villarreal. El equipo amarillo venció al Barça, superó una ronda de la Copa de la UEFA y anoche conquistó Riazor. Tampoco el Barcelona confirma la remontada que apuntó. Ayer se quedó seco en el Camp Nou ante el Valladolid y echa desesperadamente de menos los goles de Ronaldinho. Lo que no deja de ser una frivolidad, pues Ronaldinho nunca fue un goleador, por mucho que su estado de gracia le haya permitido acumular tres dianas. Descartado en primera instancia Luis Enrique por su agresión en el choque de la Copa de la UEFA, Frank Rijkaard optó anoche por Kluivert y Saviola, pero ni entre los dos consiguieron borrar la añoranza del media punta brasileño. Así las cosas, el más solvente de los grandes parece el Atlético, que sigue creciendo aun a costa de ganar sin apenas méritos a un Málaga desafortunado.

Muy destacado empieza a ser ya el papel del Racing como visitante. Cumple el papel de forastero temible con exactitud. Suma cuatro victorias fuera de casa y dos empates. Sólo ha perdido en el Bernabéu, donde dejó una magnífica impresión. Y ayer frenó en San Mamés a un Athletic que venía embalado hacia la Champions.

El Espanyol se gana día a día el título de equipo calamidad, tal es el cúmulo de desgracias que concentra. En la de ayer, el Albacete le remontó con la ayuda del árbitro y, sobre todo, del portero espanyolista, Toni, que no levanta cabeza desde hace años. Los dos goles locales, de Aranda, que ya mostró buenos detalles la semana pasada ante el Madrid. En la lucha por salvar el pellejo respira el Mallorca de Luis Aragonés, que, enganchado a la inspiración del volante Campano, hundió a un Betis que cae en picado.

Perdida la excitación que le provocó el Madrid, el Sevilla ha penetrado en un exceso de vulgaridad que le acrecentó el Celta, que llegó al Sánchez Pizjuán con la soga al cuello. En un peñazo de partido, el ex sevillista Jesuli aprovechó un pase de Catanha -sorprendentemente titular en perjuicio de Milosevic- para sacar al Celta del hoyo.