El largo conflicto de la Ertzaintza

Los sindicatos de la Ertzaintza (ELA, Erne, CC OO y UGT) anunciaron ayer su disposición a mantener un "largo" conflicto laboral con el Departamento de Interior, de quién criticaron su comportamiento "soberbio y fascista". Por su parte, la consejería de Balza solicitó a los agentes, en una nota pública, que analicen la falta "de rigor, dignidad y seriedad" de sus representantes sindicales.

El conflicto laboral que mantiene los sindicatos con Interior avanza cotas de crispación en vez de acercarse a una salida. Los sindicalistas criticaron ayer especialmente el desalojo de que fueron objeto el pasado jueves en dependencias de la Comisaría de Erandio, donde se habían encerrado tras una infructuosa reunión negociadora con la dirección del cuerpo para reclamar la presencia del consejero de Interior, Javier Balza. Además, anunciaron que han interpuesto una denuncia por la actuación de los responsables de la sede policial, por entender que se ha vulnerado el derecho a la libertad sindical y se ha impedido el ejercicio de los derechos cívicos recogidos en la Constitución.

Los sindicatos sostienen que en la reunión del jueves el departamento ofreció "una respuesta insultante" a las demandas retributivas, de funcionamiento y de seguridad que vienen realizando desde hace varios meses. Reiteraron su exigencia de que se retire el "sistema estadístico" de organización del trabajo denominado Egunsentia, algo a lo que, recordaron, se había comprometido el consejero Balza. En cuanto a las medidas de seguridad para los agentes, los sindicatos reiteraron que el dinero destinado "no es suficiente" y que es el resultado de inversiones necesarias no efectuadas en años anteriores.

En el aspecto retributivo aseguraron que llevan varios años con subidas salariales inferiores a los incrementos de precios registrados y reclamaron "el mantenimiento del poder adquisitivo". Los sindicatos reclamaron también una compensación, similar a la que, dijeron, reciben funcionarios de prisiones, jueces, alcalde o concejales, ante la decisión de la organización terrorista ETA de atentar contra los agentes de este cuerpo y sus intereses.

Por su parte, el Departamento de Interior, a través de un comunicado, criticó la actitud "carente de rigor, dignidad y una mínima seriedad" de los sindicatos, a quienes acusó de enmascarar con la exigencia de más seguridad "la demanda de desorbitados e inabordables incrementos salariales".