Solbes defiende que sólo unas reglas claras garantizan igual trato para todos los países
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, defendió ayer la vigencia del Pacto de Estabilidad, que no dio por "muerto", porque, a diferencia de los acuerdos políticos, "sólo un sistema de reglas claras" puede garantizar que los diferentes países miembros de la Unión Europea reciban "un trato equitativo".
La crisis desatada en la UE tras el rechazo por el Consejo Ecofin de un castigo a las mayores economías del club, Alemania y Francia, por sus elevados déficit públicos pese a que así lo había recomendado la Comisión Europea persiguió a Solbes hasta Barcelona, donde un nutrido grupo de empresarios y políticos esperaba sus opiniones con expectación en una conferencia-coloquio organizada por el Círculo de Economía.
"Puede ser un precedente para otro tipo de acciones", advirtió ante este foro empresarial el comisario, quien reiteró que no cabe excluir que el Ejecutivo de Bruselas lleve al propio Consejo de ministros ante el Tribunal de Justicia de la UE, con sede en Luxemburgo. Sin embargo, y pese a subrayar la existencia de "elementos que merecen el estudio" de esta posibilidad, Pedro Solbes se mostró muy prudente al respecto. Ante la insistencia de los empresarios, se preguntó sobre si la decisión del Ecofin es recurrible "o simplemente ilegal", y consideró "prematuro" realizar pronunciamientos categóricos.
Rigidez o "trampa"
Durante su exposición, el comisario español admitió que en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que hace seis años forzó la Alemania de Helmut Kohl con la idea de reforzar la estabilidad macroeconómica y las cuentas saneadas que aguantan la Europa del euro con el punto de mira puesto sobre las entonces más díscolas economías del sur, contiene "elementos mejorables".
Solbes reconoció como "discutible" la barrera del 3% para el déficit de cada Estado miembro, que Francia y Alemania han franqueado. "Podía haber sido un 2,5% o un 4%", señaló. Pero, una vez hubo acuerdo unánime, "sólo un sistema basado en reglas claras puede garantizar que los compromisos son acatados y que todos los Estados miembros son tratados de forma equitativa". Era un guiño a países, como Portugal, que se pasaron del temido techo y luego pusieron toda la carne en el asador para alejarse de él.
Inquirido sobre el sentido de un procedimiento de corte rígido que puede desembocar en una sanción equivalente al 0,5% del producto interior bruto (PIB) del país transgresor, Solbes justificó la apuesta de la Unión pensando en dar al sistema "garantía de credibilidad". Sin embargo, reconoció, "esta trampa nos ha llevado a la crisis actual".
Para Bruselas, es posible combinar finanzas públicas sanas con un refuerzo del potencial de crecimiento. La clave reside en acelerar las reformas estructurales, y Solbes advirtió que "cualquier incremento de los ya elevados déficit implicará unos mayores impuestos en el futuro".
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