Un hombre incumple la orden de alejamiento y mata a su ex compañera
La víctima carecía de protección policial, pese a la orden de un juzgado de León
Gloria Palmira Blanco, de 57 años, murió ayer en su casa de León, apuñalada por su ex compañero, Servando García García, de 56, con el que había convivido cinco años. La mujer recibió seis puñaladas, dos de ellas en zonas vitales. Una amiga de la víctima resultó herida grave. El agresor fue detenido a la una de la madrugada en la vivienda, con las manos ensangrentadas, y entregó tranquilo el arma, una navaja de 11 centímetros de hoja. Sobre él pesaba orden de alejamiento, pero Gloria carecía de protección. Con ella, son 65 las asesinadas este año por sus parejas.
El pasado 17 de noviembre se presentó ante el juez de guardia de León un atestado por la denuncia de Gloria Palmira Blanco por amenazas telefónicas recibidas de Servando García García. Fue la primera denuncia de este tipo contra García y, debido a su falta de antecedentes, se le dejó en libertad, siempre según fuentes judiciales.
Tres días después, el 20 de noviembre, la denuncia llegó por reparto al Juzgado de Instrucción número 1. Su titular, Carlos Miguélez del Río, señaló el juicio de faltas para el día siguiente. El viernes 21, a las 10.00, se celebró el juicio rápido, al que se presentaron agresor y víctima.
Sentencia rápida
El juez dictó sentencia con celeridad. Consideró culpable a Servando por una falta de amenazas, y le condenó a prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima durante seis meses, además de multarle con seis euros diarios durante 20 días.
En el juicio, Gloria manifestó que había cambiado las cerraduras porque tenía miedo a Servando. También declaró que deseaba una orden de alejamiento.
Las fuentes añaden que el juez comunicó inmediatamente la sentencia a las fuerzas de orden público "a fin de que adoptasen las medidas oportunas". Minutos después de emitir la sentencia, a las 10.56, el juzgado envió un fax a la comisaría de la Policía Nacional de León en el que le notificaba la sentencia y la orden de alejamiento. Tres minutos después, a las 10.59, mandó un fax similar a la Guardia Civil. A las 11.00 se envió un tercer fax, en los mismos términos, a la Policía Local.
La sentencia ordenaba que se pusiera protección a Gloria. Según el comisario de León Ángel Miñambres, a la mujer "se le ofreció protección, pero dijo que no era necesario, que todo se vería en el juzgado. "Ella consideró que no había riesgo", añade el comisario, quien sostiene que "los autos de alejamiento se cumplen taxativamente, pero las parejas pueden verse cuando lo consideren".
La Policía Nacional afirma, tras las primeras declaraciones de Servando, que "no hubo premeditación por parte del agresor" y que "se trata de un arrebato pasional producido por los celos". "El agresor estaba obsesionado con que su ex compañera le era infiel", añaden fuentes policiales.
En el momento de su detención, Servando se mostró "tranquilo", y "no dijo que se arrepentía y parecía que apechugaba con lo que le iba a caer", según estas fuentes. El detenido declaró con serenidad: "Yo las he apuñalado".
El agresor y su víctima habían convivido durante cinco años, los últimos meses en el piso alquilado donde ocurrieron los hechos. Hace unos 15 días, Servando había recogido sus enseres y había encargado a Gloria que le avisase si le llegaba correo. La convivencia, según fuentes policiales, había sido aparentemente normal, incluso "buena".
Gloria, natural de Asturias, era madre de una hija de unos 30 años, de una relación anterior, a quien la Policía Nacional trataba de localizar ayer en Gijón. Servando, nacido en Ourense, es padre de dos hijos, también de una pareja anterior. Es minero jubilado. Tiene antecedentes penales por daños producidos en Gijón en 2001.
Paseo de la pareja
Según fuentes relacionadas con la investigación, horas antes del asesinato, por la tarde, Servando y Gloria pasearon juntos por León y entraron en algunas cafeterías. Se desconoce si el agresor había obligado a la víctima a acompañarle o salieron juntos de mutuo acuerdo.Al anochecer, entraron en el domicilio. Allí se encontraba, como en otras ocasiones, Begoña Araújo Martínez, de 49 años, amiga de la víctima, divorciada, madre de un adolescente. El agresor le asestó cuatro puñaladas, una de ellas en pleno hígado. Begoña fue intervenida y anoche seguía hospitalizada, aunque fuera de peligro.
Tras ser detenido, el agresor reveló a la policía que quiso "dejar viva a Begoña para que hubiera un testigo de lo ocurrido".
Ayer se celebraron dos concentraciones en León en apoyo a las mujeres maltratadas y contra la violencia, en las que participaron asociaciones vecinales, partidos políticos y la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia, que ofrecieron posteriormente un concierto en el Auditorio de la capital titulado Ellas dan la nota.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.