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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El automóvil necesita un cambio de marcha

El autor es, junto con Ignacio López Arriortúa, uno de los españoles que más alto han escalado en la jerarquía de las grandes multinacionales automovilísticas. Y precisamente Iñaki y Jack Welch son dos de sus referencias preferidas a los que cita con frecuencia para explicar sus propuestas ante el cambio que según él necesita llevar a cabo el mundo de la automoción. Se pregunta si no hemos aprendido nada de la crisis planteada a principios de los noventa con una situación semejante a la que nos encontramos ahora.

En aquella ocasión "supo reinventarse, se consolidó, globalizó y superó a sus rivales japoneses, pero al final siempre termina cayendo en la misma trampa, se ve a sí misma como un mero sector industrial". Lamenta que la amnesia y el tremendo egocentrismo del sector le lleve a tropezar otra vez en la misma piedra y no se prepare, por ejemplo, para hacer frente a una nueva invasión de japoneses y coreanos con intenciones de controlar el 20% del mercado europeo antes de 2010. Se trata de un sector con una tendencia innata a caer en el círculo vicioso de la demencia, entendida ésta como la "obsesión por hacer siempre lo mismo esperando conseguir resultados diferentes", y eso es lo que hace que, a pesar de los grandes progresos realizados y de su peso en la economía moderna, la industria del automóvil haya perdido imagen y peso en los mercados de capitales.

La revolución pendiente

Juan José Díaz Ruiz

Editorial Gestión 2000

ISBN 84-8088-965-9

Aunque huye de planteamientos catastrofistas, cree que "apenas queda margen de maniobra y que hay que apretarse los machos para hacer los cambios necesarios y no estrellarse contra el muro". "El año 2004 va a ser un año "a cara de perro", en el que se acentuarán algunos desajustes que han llevado en algunos casos a pérdidas que se incrementan conforme aumentan las ventas. Se ha echado mano de todo lo que se ha podido hasta ahora, por lo que cada vez quedan menos posibilidades y la situación no puede seguir así. Y las soluciones, según Díaz Ruiz, no están en el ámbito industrial: "Hay que ampliar el perímetro del negocio, y para eso hay que reestructurar las compañías".

No es de recibo que fabricantes y concesionarios únicamente participen en el 50% de la cadena de valor añadido generada por el sector. Frente a las plataformas de producción, Díaz Ruiz propone crear "la plataforma de la escala de valor", y destaca que sólo con un 5% de mejora en ella se doblarían los beneficios actuales de las compañías. "Hay que añadir valor como sea", porque el objetivo a fin de cuentas es ganar dinero y, desde luego, "no se puede dejar el negocio a gente de fuera que no invierte en el automóvil". Se trata de crear la "máxima integración de las líneas de negocio en un proceso transversal", o, lo que es lo mismo, replicar en la cadena de valor, lo que se hizo hace una década en el área industrial.

Con este trabajo, en el que recopila sus experiencias en cargos de responsabilidad internacional en Ford, Seat, Audi, Toyota, Fiat, pretende contribuir al desarrollo de un "foro de discusión para colegas" que contribuya a dar "un golpe de timón" frente al dilema ante el que parece encontrarse esta industria en la actualidad: renovarse o inmolarse, o, lo que sería peor, "seguir sangrando lentamente hasta donde las fuerzas y los inversores aguanten".

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