A la segunda va la vencida
El Parlamento colombiano se resiste a aprobar la reforma fiscal del presidente Uribe
Álvaro Uribe no se rinde. El presidente colombiano fracasó en su intento de congelar los gastos y salarios públicos durante un periodo de dos años en el referéndum celebrado el 26 de octubre pasado. Pero no había transcurrido una semana de aquella fecha, cuando envió al Congreso un proyecto de reforma fiscal, que aumenta impuestos, como el IVA, baja otros para quienes inviertan y recorta la inversión pública.
El plan contempla menores gastos e inversiones oficiales, la subida del IVA al 17%, un incremento del IRPF y un tributo a las pensiones elevadas
La aprobación del Parlamento está resultando complicada en un país que necesita una recuperación económica y, a la vez, un ajuste de sus cuentas para evitar una crisis de la deuda. Uribe llegó a advertir antes del referéndum que Colombia podía terminar como Argentina, pero la población no le hizo demasiado caso.
Si Uribe conseguía una victoria en el referéndum, se preveía un ahorro fiscal de 440 millones de euros para este año y de 909 millones para el próximo. Si logra que el Congreso sancione la nueva reforma, no se conseguirá el mismo beneficio planeado para 2003 aunque podrá alcanzarse el de 2004, según un informe del banco Goldman Sachs.
Antes de la consulta, el Gobierno colombiano había elevado las metas del déficit público de este año, desde el 2,5% del PIB hasta el 2,8%, y del próximo, del 2,1% al 2,5%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este mes ambos cambios, así como el Plan B del presidente. Los objetivos del déficit fiscal resultan mejores que los de los últimos años, en los que sobrepasó la raya del 3%. El país aprovechó su fama de buen cumplidor de sus obligaciones, extraña en Latinoamérica, y se endeudó tanto para financiar su déficit fiscal que el pasivo externo ha subido del 45,9% del PIB hace tres años al 54,5% actual.
Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs, opina que los instrumentos "más adecuados" para el ahorro fiscal estaban en el referéndum y no en el proyecto de ley enviado al Parlamento. "El Plan B afectará al crecimiento, pero es preferible antes de que el país caiga en una dinámica de deterioro", opina Ramos, que coincide con otros analistas en que el Congreso suavizará el recorte fiscal que propone el Ejecutivo. La economía creció el 1,6% en 2002 y se prevé que se expandirá el 2,5% este año.
Segunda alternativa
Brasil adoptó este año el camino del ajuste y, si bien su mercado doméstico atravesó una recesión, el problema de la deuda aparece controlado y la economía se encamina hacia un mejor 2004. Argentina, en cambio, en su intento por impedir la suspensión de pagos, aumentó gravámenes, podó el gasto y terminó profundizando la crisis que derivó en 2001 en lo que se buscaba evitar.
La segunda alternativa de Uribe contempla la disminución de gastos operativos y de inversiones del Estado, sus empresas y organismos, la subida del IVA al 17% desde los niveles que en la actualidad oscilan del 7% al 15% según los productos, un incremento temporal del IRPF y la creación de un tributo a las pensiones elevadas. Para mitigar el efecto recesivo de la propuesta, prevé una reducción del IRPF a los que reinviertan las ganancias. Algunos legisladores no han recibido bien esta última idea y sugieren eliminar las numerosas exenciones impositivas a sectores protegidos. El referéndum disminuía el número de legisladores, ponía un tope a las pensiones y eliminaba las jubilaciones de privilegio. Estas políticas recibieron la aprobación del 80% al 94% pero de menos del 25% de la población, porcentaje necesario para que la consulta tuviese validez.
El Congreso debate, mientras el Gobierno de Uribe planea una refinanciación de su deuda pública y la utilización de reservas excedentes del banco central para cumplir con pagos próximos. El FMI ya ha mostrado su oposición a estas iniciativas. No importa. El presidente se ha dedicado a festejar esta semana que su país haya sido incluido en el club de los latinoamericanos que comenzarán a negociar un acuerdo bilateral de libre comercio con Estados Unidos.
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