Francia inicia un tímido despegue con un crecimiento del 0,4%

Francia escapó de la recesión en el tercer trimestre del año, tras confirmarse un crecimiento del 0,4% en el PIB. No obstante, los signos de recuperación son aún débiles y el Gobierno alterna la satisfacción de haber salido del mal trago con el aviso de que no tiene margen para recortar más el gasto. En Alemania, por otra parte, se confirmó que la economía avanzó un 0,2% entre junio y septiembre y salió de la recesión.

Esta posición reacia al recorte del gasto es la que el ministro de Economía, Francis Mer, defenderá la semana próxima ante sus colegas de los demás países europeos, lo cual le hace solidario de las dificultades experimentadas por Alemania. Las mejoras del consumo de las familias y de la inversión de las empresas contribuyeron al tímido despegue. También las exportaciones (1,1% de aumento), pero el futuro de este capítulo depende de la fortaleza del euro. Los analistas se muestran muy prudentes a causa de la depreciación del dólar.

El ministro de Economía admitió que el porvenir sería muy inquietante si el euro se mantuviera a 1,20 dólares, pero, a corto plazo, la baja del dólar "no es para enloquecerse", comentó. Mer anticipó a los senadores el discurso que mantendrá la semana que viene, cuando haya de defenderse del procedimiento de sanción contra Francia contemplado por Bruselas: "Consideramos, con el Gobierno alemán, que los esfuerzos ya pedidos han sido cumplidos en el respeto del espíritu del Pacto de Estabilidad y de Crecimiento, y que no es deseable ir más allá, si esto debe penalizar un crecimiento todavía frágil".

Mer empleó un tono moderado, pero se mantuvo en sus trece: "Habíamos previsto gastar dinero y no estamos gastando más de lo que habíamos pensado", subrayó. Una serie de recortes, decididos en las últimas semanas, permite mantener la previsión de cerrar el año con un gasto de 273.800 millones de euros. Sin embargo, sólo se esperan ingresos por valor de 218.100 millones de euros, 10.000 millones menos de lo previsto, un bajón imputado a la debilidad del crecimiento.

"Durante los tres o cuatro próximos años nuestra estrategia se resume en la palabra crecimiento cero del gasto", insistió el ministro. La Comisión Europea había pedido a París un esfuerzo para reducir su déficit estructural en un punto del PIB, mientras el Gobierno francés sólo prevé hacerlo en un 0,6% en 2004. La diferencia representa unos 6.000 millones de euros.

No es fácil que estos argumentos tranquilicen al responsable europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, cada vez más preocupado por el mantenimiento de los déficit alemán y francés y por la importancia de su endeudamiento respectivo, que alcanza el 65,5% del PIB en el caso de Alemania y el 65,6% en el de Francia.

Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, expondrá el lunes a la comisión presupuestaria del parlamento la postura del Gobierno en la pugna con la Comisión Europea respecto al elevado déficit. El Parlamento informó ayer de que la sesión extraordinaria de la citada comisión se celebrará a petición de todos los grupos parlamentarios. La sesión se celebrará un día antes de la reunión del Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin), en la que se debatirá el asunto.