Fidalgo defiende una subida de impuestos para mejorar la competitividad y la protección social

El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, quebró ayer la defensa del pensamiento único en materia fiscal y reclamó una subida de impuestos. La pidió para mejorar la competitividad, la innovación y el empleo, y también para "gastar más" en protección social destinada a ayudas familiares y atención de las personas dependientes. Fidalgo demandó "una mayor carga fiscal" y calificó de "cínica la opción de una generación que pretendiese endeudar a la siguiente a cambio de tener ahora una menor carga fiscal". Asimismo, afirmó que "este país no puede instituir 17 mercados laborales".

Fidalgo reiteró ayer sus críticas a las dos reformas del IRPF que ha aplicado el Gobierno del PP, porque han "aplanado la curva de la progresividad", pero dio un paso más y censuró la limitación del gasto "que nos impone el corsé del equilibrio presupuestario". En una conferencia en el Club Siglo XXI, el líder sindical aseguró que a "ese equilibrio se llega indistintamente ingresando cinco para gastar cinco o ingresando seis para gastar seis".

De ahí su defensa en reclamar "una mayor carga fiscal" para utilizarla en conseguir más cualificación del capital humano y una mayor dotación de la innovación tecnológica de cada puesto de trabajo. Esos mayores recursos se pueden destinar, en su opinión, a un empleo más estable y más seguro que atraiga al capital financiero para producir bienes y servicios con mayor valor añadido y más competitivos. Fidalgo añadió que "hay que gastar más" en ayudas familiares por hijos a cargo y en atención a las personas dependientes, que a su vez suponen "un gran nicho de empleo" y una oportunidad para incentivar la ocupación femenina. Mejoras de la protección social que se incluyen en el pacto de pensiones que firmó el sindicato con el Gobierno y la patronal CEOE. "De no ir en esa dirección", advirtió, "se producirán conflictos sociales, se dificultará el diálogo social y no se aprovechará en beneficio de toda la sociedad el potencial demostrado".

Para mejorar la competitividad cree que la economía española necesita aumentar la inversión en I+D+i y el gasto público en educación, frente a un modelo que se ha basado "en sostener la ventaja comparativa de nuestros costes laborales totales que son el 75% de la media de la Unión Europea, donde tenemos la balanza comercial más negativa".

Unos costes laborales que se han rebajado en términos reales entre 1996 y 2000, según sus datos basados en las encuestas de coste laboral, la evolución de las bases de cotización a la Seguridad Social y la mejora de la elasticidad empleo-producto interior bruto. Fidalgo cree que las causas de ese descenso pueden hallarse en la inmigración, la descentralización productiva y, en menor medida, en la introducción de dobles escalas salariales y salarios de entrada en los convenios de las grandes empresas.

Elevada temporalidad

En cuanto a la calidad del empleo, recordó que en los últimos 12 meses se han creado 425.300 puestos de trabajo, el 84% asociados a un contrato indefinido, pero manteniéndose una elevada tasa de temporalidad, que llega al 31%.

Para el sindicalista es importante la creación de empleo, pero llamó la atención sobre "su baja calidad", que considera relacionada con la productividad. "Nuestro mercado de trabajo", dijo, "sólo puede mejorar incrementando en simultáneo productividad y calidad del empleo".

Su intervención sobre El sindicalismo en los 25 años de Constitución Española comenzó con un alegato contra "los liberticidas violentos" y con una apuesta por una democracia que "debe excluir de sus límites aquellas acciones que la fragilicen". Junto a ello, invitó a defender con "coraje" la democracia ante "enemigos declarados y no declarados" y dijo que "este país no puede instituir diecisiete mercados laborales, diecisiete sistemas de protección social y diecisiete ámbitos fiscales".

Ante la inminencia de elecciones generales, detecta que se vuelven hacia los sindicatos las miradas de las fuerzas políticas invitándoles a la concertación futura de sus objetivos programáticos sobre empleo y protección social. Ante esa invitación, la predisposición de CC OO es estar "atentos a sus propuestas y abiertos al diálogo", con la convicción de que "el acuerdo es positivo y el conflicto se nos impone", y que prefiere "la flexibilidad interna cogobernada a la precariedad, arriesgada para la vida, la salud y la economía".