Maragall proclama su determinación de alcanzar cuanto antes un pacto de izquierdas

Después de dos días de "reflexiones", de "contactos políticos" y de "escuchar", Pasqual Maragall reapareció ayer para proclamar solemnemente que pondrá "toda la determinación" en sellar un pacto de izquierdas en Cataluña que garantice la alternancia y que dé respuesta a la "mayoría rotunda" en favor del cambio que, a su juicio, se expresó el domingo en las urnas. El líder socialista dejó claro que quiere lograr un acuerdo con Esquerra e Iniciativa cuanto antes -sin esperar a las elecciones generales- y subrayó que "las decisiones sobre Cataluña se toman en Cataluña".

Maragall repitió ayer los mismos argumentos que expuso durante la noche electoral, aunque de forma más serena y contundente. Si el domingo tuvo que forzar la sonrisa -el PSC perdió 150.000 votos con respecto a 1999-, ayer quiso transmitir convicción a los líderes regionales del partido y a los diputados electos, que se reunieron para analizar los resultados: "Estoy totalmente ilusionado y determinado a llevar a cabo el compromiso de conseguir que Cataluña tenga el Gobierno catalanista y de progreso que responda al veredicto de la voluntad popular", aseguró en su discurso, que no sobrepasó los 10 minutos.

El presidente del PSC tiene previsto acudir mañana al comité político federal del PSOE para trasladar con la misma firmeza su determinación de buscar un pacto de izquierdas que traslade al Gobierno de la Generalitat el modelo de izquierda plural que lleva años gobernando el Ayuntamiento de Barcelona. A pesar de que el PSC obtuvo cuatro escaños menos que Convergència i Unió (CiU) -aunque con 8.000 votos más- la izquierda, recordó Maragall, tiene la "oportunidad histórica" de formar gobierno por primera vez desde 1980. "Nuestro objetivo es bien claro y no permite dudas ni interpretaciones. Tenemos que hacer posible una mayoría parlamentaria de izquierdas que alumbre un gobierno catalanista y de progreso", afirmó.

Contundente

La contundencia con que expresó sus intenciones iba dirigida a sus potenciales socios y a la derecha -"que está muy nerviosa", apostilló-, pero también a los dirigentes del PSOE que puedan opinar que no conviene un pacto en Cataluña de los socialistas con Esquerra Republicana antes de las elecciones generales.

El líder del PSC descartó cualquier otra opción y advirtió que este pacto que persigue no debe postergarse en función de otras consideraciones. A su juicio, "Cataluña necesita un buen gobierno para superar cuanto antes la parálisis de los últimos años del gobierno de CiU. No habrá interinidad, debe quedar bien claro", insistió.

Anticipándose a las presiones que pueda recibir por parte del PSOE -en la línea, por ejemplo, de favorecer una gran coalición con CiU para evitar un frente nacionalista- Maragall fue claro. El PSC apuesta por el pacto de izquierdas, y la política catalana, insistió, la decide su partido. "Que todo el mundo lo tenga claro", repitió tres veces, "las decisiones sobre el futuro de Cataluña se toman a Cataluña y, por lo que se refiere al PSC, las toma el PSC, conmigo al frente".

Eso sí, Maragall subrayó la "relación federal y de amistad" que une a los socialistas catalanas con el PSOE y la presentó como "la mejor esperanza para Cataluña en su camino para asegurar y profundizar el autogobierno".

El presidente del PSC no entró en detalles sobre qué es lo que está dispuesto a ofrecer a Esquerra para arrastrarla hacia su propuesta de gobierno de izquierda plural y alejarla de un eventual frente nacionalista con CiU. Pero insinuó que la presidencia de la Generalitat le corresponde a él, sin discusión. Su oferta es articular una coalición progresista tomando como base los resultados de las elecciones del pasado domingo, en las que el PSC superó el millón de votos, ERC alcanzó los 500.000 e ICV-EUiA, se quedó en torno a 250.000.

Pacto leal y proporcional

"Estamos preparados para negociar con convencimiento, respeto y realismo, con la firme voluntad de que cuaje un pacto leal entre socios que nos reconocemos mutuamente en nuestra representatividad política, electoral y social", afirmó Maragall, quien previamente había recordado el peso electoral de cada una de las tres fuerzas de izquierdas.

Ciutadans pel Canvi, la plataforma de profesionales que acudió en coalición con el PSC y que cuenta con 12 de los 42 diputados del nuevo Grupo Socialista, aprobó el miércoles una resolución en la que apuesta también sin matices por impulsar un pacto entre el PSC, ERC e ICV.

El diputado electo Ernest Maragall, que con José Montilla ha tomado las riendas de la negociación en nombre del PSC, relativizó el hecho de que ERC sea un partido independentista. "Esquerra es un partido acreditado con años de existencia y práctica democrática absolutamente constitucional", subrayó en declaraciones a la emisora Catalunya Ràdio. Y añadió: "Tiene el derecho a formular las propuestas que le parezcan oportunas de reforma de los instrumentos de autogobierno y, si lo cree necesario, de la Constitución".