'El señor presidente', de Miguel Ángel Asturias
EL PAÍS presenta la gran novela sobre un dictador del premio Nobel de Literatura de 1967
Justa o injustamente, el nombre del guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974) se asocia permanentemente con su novela El señor presidente -obra que podrán adquirir mañana por 2,95 euros los lectores de EL PAÍS-, una de las narraciones más brillantes y lúcidas sobre un dictador y su régimen político. Publicada en México en 1946, fue probablemente la edición argentina de Losada -unos meses más tarde- la que recibió la atención y el elogio de la crítica. Tras una estancia juvenil en Francia, donde el surrealismo influyó notablemente en sus primeras obras, el escritor supo compaginar su interés por el movimiento artístico de vanguardia con la atracción por el mundo mágico de las leyendas precolombinas de su país. La publicación de El señor
presidente, que había iniciado en 1923, no sólo le lanzó a la fama mundial, sino que su literatura se vinculó a la defensa de los derechos de los más pobres, así como a la denuncia de sus necesidades. Eso explica, por ejemplo, que se le otorgara el Premio Lenin en 1966. Un año después, en 1967, Miguel Ángel Asturias obtuvo el Premio Nobel de Literatura, sin duda el galardón más prestigioso del universo de las letras. Fue también un estimable poeta y autor, entre otros, del espléndido libro de relatos Hombres de maíz.
El periplo del tirano
Miguel Ángel Asturias participó en los levantamientos de 1920 que permitieron derrocar al dictador Manuel Estrada Cabrera. Aquel esfuerzo colectivo no serviría de mucho. Tras varios golpes y contragolpes, otro títere de las compañías bananeras de EE UU, José María Orellana, terminó ocupando el poder.
Asturias sufrió, en consecuencia, una honda desilusión política. En 1921, cuando Orellana se proclamó presidente, el escritor se encontraba en México, estudiando el cuarto curso de Derecho. En aquella ciudad conoció a Ramón del Valle-Inclán, que todavía no había escrito Tirano Banderas, pero que ejerció una profunda influencia sobre Asturias.
Durante su estancia en París, a partir de 1923, el autor guatemalteco se aplicó a escribir su Señor presidente. La novela estaba sustancialmente terminada a mediados de la década siguiente, pero habrían de pasar más de diez años hasta que Asturias encontró la situación propicia para publicarla, en México, en 1946.
Muchos son los guiños dentro de la novela que remiten a Estrada Cabrera sin llegar a nombrarlo. El dictador, por ejemplo, hizo creer a su principal adversario político, Manuel Paz, que su mujer le engañaba. Asturias tejió una historia similar en su novela.
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