Dos pistoleros asesinan a una cooperante francesa de la ONU en Afganistán
Una cooperante francesa de 29 años, que trabajaba para el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), fue asesinada ayer en la ciudad afgana de Ghazni, en el centro del país. Dos pistoleros disparon contra el vehículo en el que circulaba por el mercado de esta localidad, que estaba claramente identificado como perteneciente a la ONU. Es la primera vez, desde la caída del régimen talibán hace dos años que es asesinado en Afganistán un trabajador expatriado de Naciones Unidas.
Las autoridades locales de esta ciudad, situada unos 130 kilómetros al suroeste de Kabul y con unos 32.000 habitantes, detuvieron a los presuntos autores del asesinato, que identificaron como talibanes. Ghazni, situada en la carretera que une la capital con Kandahar, está en el límite de la zona actualmente más peligrosa de Afganistán, en la que campan a sus anchas los seguidores del depuesto régimen islamista radical. El recorrido entre Kabul y Ghazni es considerado relativamente seguro para los occidentales, más allá el riesgo es considerado muy alto.
Bettina Goislard, que trabajaba en la oficina de ACNUR en Ghazni desde 2002 y que tenía experiencia en otras zonas conflictivas, circulaba por el centro de la ciudad acompañada por dos afganos en torno a las 12.30 (las 10.30 en la España peninsular) cuando dos individuos se acercaron en moto a su coche y dispararon contra ella. Los dos afganos resultaron heridos leves. El asesinato se produjo en una zona llena de gente y a pocos metros de la principal comisaría de la ciudad.
En un comunicado emitido en Kabul, ACNUR mostró su "profunda impresión" por el asesinato de la cooperante. "Como consecuencia de este crimen, hemos suspendido todas nuestras operaciones en Ghazni", indica el comunicado, que agrega que "en el resto del país las operaciones serán revaluadas".
Numerosas ONG han abandonado en los últimos meses el sur del país a causa de la inseguridad. Sus trabajadores han sido declarados objetivo por parte de los rebeldes talibanes y se han producido atentados contra trabajadores afganos -10 han sido asesinados en el último año- y contra sus locales.
En marzo, un delegado expatriado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fue asesinado por talibanes en la provincia de Kandahar, el feudo de este movimiento radical. El pasado mes de septiembre, en la provincia de Ghazni, cuatro trabajadores afganos de la organización danesa Dacaar fueron secuestrados y asesinados por talibanes.
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