"Hay que llevar los medios de comunicación al terreno educativo"

José María Aguilera es asesor de Tecnologías de la Comunicación y la Información en un centro de formación de A Coruña dependiente de la Xunta de Galicia. Parte de su labor es enseñar a los profesores no universitarios cómo pueden aprovechar los medios de comunicación en el aula con sus alumnos. Desde su experiencia, Aguilera asegura que los docentes están bastante perdidos con las nuevas tecnologías: "No hay una formación de base; hay que enseñarles desde el principio".

Por eso ha escrito un libro, Aprendiendo en la era de la información (Alauda Anaya), en el que responde a las numerosas interrogantes que surgen en los colegios ante el aluvión informativo que se viene encima a través de los medios. El libro ofrece a los docentes una serie de actividades ya experimentadas, tanto en la educación formal como no formal, pensados para su puesta en práctica inmediata.

"En vez de ser televidentes pasivos tenemos que enjuiciar lo que nos cuentan"

Pregunta. ¿Qué puede aportar este libro a los docentes?

P. ¿Desde qué nivel es conveniente incorporar las tecnologías de la información en el aula?

R. Las actividades que yo propongo son actividades para niveles de primaria y secundaria, pero incluso también para infantil. Y para todas las asignaturas, desde Lengua a Conocimiento del Medio y Educación Plástica y Visual. Por ejemplo, propongo simular un informativo de televisión. Para ello, los alumnos tienen que informarse bien sobre un tema de actualidad, sus personajes, las claves. Y luego con una cámara de vídeo deben grabar el programa en tiempo real. El objetivo es que los docentes contrarresten los efectos negativos de los medios de comunicación aprovechándose de ellos llevándolos al terreno educativo.

P. Algunos profesores argumentan que no conocen los aspectos técnicos de las nuevas tecnologías para no utilizarlas en clase.

R. Sí. Cuando los profesores se plantean este tipo de actividades se creen que hay que ser un manitas o un técnico. Pero con saber manejar un radiocasete es suficiente. No se trata de montar un plató de televisión en el aula, sino de poner a grabar una cinta en una grabadora.

P. ¿En qué radica la importancia de incorportar los medios de comunicación en la educación?

P. ¿Son capaces los alumnos de evaluar, seleccionar y asimilar toda la información que cada día les llega a través de los medios?

R. Actualmente, está habiendo un bombardeo informativo como nunca lo ha habido. Y lo que hay que hacer es enseñar a los estudiantes a seleccionar la información. Porque el bombardeo produce ruido, pero no conocimiento.

R. Conociendo cuáles son los intereses de los alumnos. Tienen que seleccionar información cercana a ellos, como la música, modas o formas de vida. Si no, corren el riesgo de perderse con tanta información. Por eso deben marcar una necesidades informativas para sus alumnos.

R. Por ejemplo, si el telediario emite información sobre una guerra, el profesor debe ubicar a sus alumnos sobre los países que intervienen en ella, explicarles las causa del conflicto (y no limitarse a las bajas que se producen cada día), comparar el tratamiento informativo que se da en otras cadenas. Se trata de reflexionar sobre cómo nos llega la información, cómo nos informamos, quién y cómo representa mejor nuestra vida cotidiana. Muchas veces a los niños no les interesan los informativos porque los temas no les dicen nada.

R. Claro. Se podría reflexionar, por ejemplo, sobre los estereotipos de los concursantes. En vez de ser televidentes pasivos, tenemos que saber enjuiciar y ordenar lo que nos cuentan.

R. El aprendizaje no viene solo. Siempre requiere un esfuerzo. Sin leerte una obra literaria no se puede hacer su comentario de texto. Y sin aprender una fórmula matemática, no se puede resolver un determinado problema. Se cree que con las nuevas tecnologías aprender es cosa de magia, pero esto no es así, aunque es verdad que facilita las cosas. Esto es como los coches, que cada ves están más preparados, pero al final el que lleva el coche es el conductor y hacer un buen viaje depende más de su capacidad que del mecanismo del coche.