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La energía y los alimentos rebajan el IPC al 2,6%, el mínimo en cuatro años

El vestido se dispara por el fin de las rebajas e impulsa la evolución mensual al 0,7%

Lucía Abellán

La inflación registró en octubre el mejor dato de los últimos cuatro años. El índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,7% respecto a septiembre, lo que sitúa su evolución anual en el 2,6%, tres décimas por debajo del mes anterior. La rebaja de los carburantes y la moderación en alimentos frescos explican esta mejora. Como elemento negativo figura el fuerte incremento de vestido y calzado (7,8%) tras el fin de las rebajas. La inflación subyacente (elimina los elementos más volátiles) descendió también hasta el 2,6%. En los diez primeros meses, la inflación supera en una décima el objetivo anual (2%).

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La evolución de la inflación resulta este año más favorable que la de 2002. No obstante, octubre se está revelando como un mes bastante inflacionista, consecuencia del incremento que registra la partida vestido y calzado tras las rebajas del verano. Los precios crecieron siete décimas en el mes, tres menos que en octubre de 2002 (un punto), según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto desaceleró la tasa anual desde el 2,9% que alcanzó en septiembre hasta el 2,6%. En Francia, subió el 0,3% y se sitúa en el 2,2%, mientras en Italia también es del 2,65 tras subir el 0,1%.

La bajada del IPC se ha visto favorecida por la evolución de la energía y los alimentos frescos, es decir, por los elementos más volátiles de la inflación. La caída de los carburantes y lubricantes fue la de mayor repercusión en los descensos del IPC. Carburantes y combustibles acumulan una caída del 2,9% en el último año, frente al 5,2% que subían en octubre de 2002. Este fenómeno obedece a la evolución de los precios del petróleo y, sobre todo, a la fortaleza del euro, que permite comprar más barato el crudo, que se vende en dólares.

El otro elemento que ha contribuido a atemperar la inflación son los alimentos frescos. Esta partida cayó cuatro décimas en el mes, aunque su tasa interanual continúa muy elevada (7%). El descenso de la carne de ave -tras el fin de la ola de calor que afectó al pollo- y del pescado han sido los más significativos en este grupo. Frente a esta mejora, los alimentos elaborados, que utilizan los frescos como materia prima, se han encarecido un 0,3% en el mes al arrastrar el efecto de la fuerte subida de los frescos durante el verano.

El capítulo con peor evolución fue el vestido, que inyectó casi seis décimas al IPC mensual. La subida del 7,8% en vestido y calzado es, no obstante, un punto inferior a la de octubre de 2002, pese a que la demanda no ha descendido. Las fuertes subidas de precios experimentadas durante todo 2002 por la introducción del euro pueden explicar esa leve desaceleración este año.

Tampoco octubre fue un buen mes para los servicios, que crecieron dos décimas. Algunos, como los restaurantes, aumentaron un 0,4%, con gran impacto en la evolución mensual. Como resultado de estas subidas, la inflación subyacente (elimina las partidas más volátiles: energía y alimentos frescos) se incrementó un punto en el mes, aunque la evolución anual la equipara al índice general, 2,6%, dos décimas menos que en septiembre. Es el mejor dato desde julio de 2000.

Pese a que la inflación vive sus mejores tiempos de los últimos cuatro años, las siete décimas que ha ganado en octubre sitúan en el 2,1% el índice acumulado desde principios de año. Esta cifra sobrepasa ya el objetivo máximo del 2% con el que el Gobierno elabora sus cuentas y sube las pensiones a principios de año.

Subida de las pensiones

A la espera de la inflación interanual de noviembre, que se publicará el 12 de diciembre, es ya seguro que el Gobierno tendrá que compensar a los pensionistas por una desviación superior a lo previsto. Éste es el dato que el Ejecutivo toma como referencia para compensar a los pensionistas por la desviación del IPC. En el supuesto de que la inflación se mantuviera en el 2,6%, el desembolso ascendería a 654 millones de euros. Cada décima de desviación sobre el objetivo inicial (2%) cuesta 109 millones.

Otro de los indicadores que han salido claramente beneficiados de esta evolución del IPC es el diferencial con la zona euro, uno de los principales obstáculos para la competitividad de la economía española en el exterior. Los datos, aún provisionales, lo sitúan en 0,6 puntos, el nivel más bajo desde enero de 2002, que representa un descenso de tres décimas con respecto a septiembre.

La bajada del IPC ha suscitado el optimismo del Gobierno y los empresarios, aunque la oposición política y los sindicatos se mostraron más escépticos. El vicepresidente primero del Ejecutivo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, destacó "las buenas consecuencias para la economía española y para los ciudadanos" que reporta la reducción de tensiones inflacionistas. La cifra merece "una valoración positiva y esperanzadora" para la CEOE.

El secretario socialista de política económica, Jordi Sevilla, destacó que se trata del "segundo peor dato de octubre desde que gobierna el PP", aunque calificó de "buena noticia" la bajada. Salvador Jové, de Izquierda Unida, recordó que los precios "crecen más que la economía", y los sindicatos resaltaron la importancia de mantener las cláusulas de revisión salarial (permiten mantener el poder adquisitivo de los sueldos cuando la inflación sobrepasa lo previsto).

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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