El comité de 'sabios' prevé un crecimiento en torno al 1,5% en Alemania para 2004

El comité de expertos encargado de dictaminar sobre el desarrollo global de la economía alemana, conocido como los cinco sabios, presentó ayer su informe anual que pronostica para 2004 un moderado crecimiento del producto interior bruto (PIB), entre un 1,5% y un 1,7%, y un paro similar al de este año, en torno a los 4,4 millones de desempleados, un 10,5% de la población activa. Al mismo tiempo, los sabios dan un palo al Gobierno federal alemán por su "voluble y caótica" política fiscal y advierten de que el Pacto de Estabilidad europeo "corre peligro de muerte".

El comité de sabios, un órgano independiente creado hace 40 años y formado por cinco expertos que nombra el Ejecutivo, entregó ayer en Berlín al canciller Gerhard Schröder y presentó a la prensa su dictamen "Consolidar las finanzas públicas. Reformar el sistema impositivo". El texto constata: "La economía alemana no pudo despegarse este año del estancamiento y el PIB se mantuvo en el nivel del año pasado". Se espera que la robusta recuperación de la economía mundial repercuta de forma favorable sobre Alemania.

La evolución de 2004 depende en parte de la entrada en vigor de las reformas previstas y del anticipo al 1 de enero próximo de la reforma fiscal. Sin esta reforma, los sabios prevén un crecimiento del 1,5% del PIB. Con la reforma, subiría hasta 1,7%, un porcentaje que tampoco invita a lanzar las campanas al vuelo. No se pronostica en el informe una mejoría en el mercado laboral alemán: "En 2004 continuará el retroceso en la ocupación, aunque se registrará una ligera mejoría en el transcurso del año". La población activa perderá en 2004 unos 122.000 trabajadores, hasta 38 millones, pero esta caída es inferior al más de medio millón de empleos perdidos este año. La estabilidad de precios no corre peligro.

Registran los sabios "un dramático empeoramiento" en las finanzas públicas y su visión de futuro es pesimista: "Ante la previsible evolución demográfica en los años venideros se presentan considerables cargas añadidas a los entes públicos y de la Seguridad Social, que exigen un golpe de timón a tiempo de los responsables políticos para no poner en peligro la consistencia de las finanzas públicas".

Advierten los sabios sobre el incumplimiento continuado por parte de algunos Estados de los criterios del déficit establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, "uno de los pilares básicos de la unión monetaria", que obliga a mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB. Esto provoca una "considerable preocupación", porque Alemania incumple este año por segunda vez las reglas con un déficit del 4,1% y el año que viene también superará el 3%.

El comité sostiene que "esto amenaza a la misma sustancia del Pacto de Estabilidad" y se pronuncia por "una aplicación estricta de las reglas del Pacto". Los expertos preconizan sancionar a los países que no cumplen (Alemania, Francia y Portugal). Y concluyen: "Rebasar de nuevo el límite tolerado del déficit el año próximo, si no tuviera una sanción, corre el riesgo del desmantelamiento del Pacto".

Ataque a Bruselas

Así atacan a la Comisión Europea, porque "ahora no cumple con su papel de guardiana del Pacto y debería aplicarlo de forma consecuente y reaccionar de forma más decidida ante los incumplimientos". Según los sabios, "si continúan sin sanción los incumplimientos del Pacto, éste está muerto en la práctica".

Un fuerte varapalo recibe la política fiscal que "por su volubilidad ha perdido de forma considerable en credibilidad. La política fiscal se ha convertido en la pelota que se lanza de un lado a otro de los intereses contrapuestos del Gobierno, entre la federación, los Estados federados y los ayuntamientos y entre Gobierno y oposición". Los sabios llegan a una conclusión demoledora sobre la política fiscal: "Para la seguridad en la planificación de los consumidores y los inversores y la competitividad de Alemania esto representa una evolución fatal". Sostienen que el "caos en la política impositiva" es "veneno para una recuperación sólida de la economía".

Por su cuenta, este comité propone un sistema dual de impuesto sobre la renta. Los tributos sobre ingresos procedentes del capital deberían gravarse un 30%. Para los ingresos procedentes del trabajo proponen un tipo mínimo del 15% y un máximo en torno al 35%.